En este post vamos a enseñaros cómo hacer torrijas caseras y deliciosas, demostrando que es una receta fácil, y muy versátil si la quieres hacer “fit”.
Las torrijas tradicionales, o torrijas de leche como también se conocen, son un postre muy típico de la Semana Santa. Aunque ya hayamos pasado esta festividad, en plena cuarentena no viene mal recordar esta receta y nunca va a ser tarde para probar a hacerlas.
Para 10 unidades necesitaremos los siguientes ingredientes, y te indicamos dónde puedes comprarlos:
Empezamos por cortar las rebanadas de pan si no lo están ya. En un recipiente grande, mezclamos la leche con un poco de canela, el azúcar o el edulcorante escogido y removemos bien para que se absorba el azúcar todo lo posible. En algunas recetas tienes la opción de hervir esta mezcla durante unos 10 minutos para una absorción más óptima.
Pon las rebanadas de pan a remojar en la leche durante unos 15 minutos. Dales la vuelta en la mitad de tiempo para que absorban la leche por ambos lados.
Mientras se remojan, en otro recipiente batimos los huevos. Si te gustan muy cargadas de azúcar puedes añadir también azúcar al huevo (después sabrán todavía más ricas y dulces). Si quieres limitar el azúcar, entonces deja el huevo batido sin más.
Cogemos con cuidado las rebanadas de pan ya empapadas de leche con mucho cuidado para que no se escurran y las pasamos por el huevo. No importa si las dejas remojándose también en esta mezcla, tendrán mayor jugosidad después.
Una vez pasadas por huevo, cubrimos con aceite de oliva virgen extra una sartén, calentamos, y vamos metiendo las torrijas para freírlas. A medida que se vayan haciendo, les damos la vuelta hasta que estén bien doraditas todas. Las sacamos con cuidado en alguna bandeja con papel para absorber el exceso de aceite.
El último paso antes de aprovechar estas delicatessen es espolvorear un poco de azúcar (al gusto, como si no quieres añadirle más) y canela en polvo por la superficie de cada torrija. ¡Y VOILÀ! Ya tenemos nuestras deliciosas, jugosas y tradicionales torrijas de leche.
La receta tradicional se puede modificar de manera que resulten un postre más saludable. En los ingredientes, por ejemplo, se puede sustituir el pan de molde o blanco normal por pan integral 100%, ya que al elaborarse con harinas sin refinar, contiene mayor cantidad de fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos que el pan blanco. Desde el punto de vista nutricional, supone una ventaja con respecto a éste. También puedes probar este pan de molde 43% integral de mentta.
También podemos sustituir la leche animal por bebidas vegetales sin azúcares añadidos como esta leche de almendras que puedes encontrar en mentta. El azúcar y los demás edulcorantes se pueden sustituir, a su vez, por pasta o sirope de dátiles que puedes comprar en mentta o hacer tú mismo en casa. Solo tienes que comprar estos dátiles sin hueso y triturarlos hasta que quede una masa homogénea, ¡te aseguro que endulzan un montón!
Por último, en la receta tradicional las torrijas se fríen cubriendo bien de aceite las torrijas hasta la mitad. En la versión fitness puedes simplemente dejar que se tuesten por fuera con una cucharada de aceite de oliva virgen extra en la sartén para que queden tostaditas por fuera y súper jugosas por dentro.
Aparte de las torrijas tradicionales elaboradas con leche, podemos encontrar otro tipo de recetas en las que utilizan ingredientes diferentes. Por ejemplo, tenemos las torrijas con miel. En su receta se cambia el azúcar que se espolvorea en el último paso por la miel reducida en un poco de agua, ¡espectaculares!
Otra variedad son las torrijas de vino tinto. Para hacerlas solo tienes que poner a calentar en un cazo el vino tinto junto con agua, el azúcar, la cáscara de limón y la ramita de canela. Deja que todo hierva durante unos 3 minutos hasta que el alcohol se evapore. Una vez evaporado, tapamos y dejamos enfriar. Después, en lugar de remojar el pan en la leche lo remojamos en esta mezcla y seguimos los mismos pasos que pusimos arriba.
Por último, aunque esta no es tan conocida, es la receta de torrijas de chocolate. Lo único que tienes que hacer para elaborar esta versión es calentar la leche y añadirle dos cucharadas de cacao en polvo 100%, o como este cacao puro que puedes encontrar en mentta y seguir los mismos pasos que en las tradicionales. ¡Quedan tremendas!
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