En los últimos años el mundo del turrón se ha llenado de pseudoturrones de supermercado, que si bien tienen unos precios más asequibles, no honran a la auténtica tradición turronera nacional. Una excepción que sigue apostando por auténtica almendra marcona mediterránea o miel pura de abeja de campo es Enrique Rech, un productor alicantino de sexta generación cuya familia lleva desde 1850 haciendo turrones en Jijona, lugar donde tienen el obrador (la tienda física está en Archena, Murcia). En su día, llegaron a endulzar a la Casa Real, hoy han llegado a hacerlo con clientes de Tokyo o Singapur. Gracias a la app mentta ya puedes comprar online turrón de Jijona que comía Alfonso XIII. ¿Quieres saber lo que tiene de especial?
Enrique Rech puede decir orgulloso que es ya la sexta generación de su familia dedicada a endulzar cada con sus turrones artesanos. Aunque la marca Enrique Rech como tal nació en 1998 gracias a su padre, su historia se remonta hasta mitad del siglo XIX, cuando el abuelo de su bisabuela abrió un negocio familiar en la que es considerada la cuna del turrón en España, el municipio alicantino de Jijona.
Con mucha paciencia y dedicación, se convirtieron en un referente en Jijona por su excelencia en la elaboración de turrones como el de Alicante o el de Jijona. La receta empresarial constaba de tres ingredientes: una producción pequeña, los mejores ingredientes de la zona y todo hecho a mano. Siglo y medio después Enrique Rech conserva la misma filosofía (y recetas) que sus ancestros, aunque haya introducido las bondades tecnólogicas de la era moderna en la empresa.
En el año 1909, el por entonces monarca español Alfonso XIII decidió convertir a Antonio García, –antecesor de Enrique Rech– en proveedor de la Casa Real, un privilegio único que solo podía entenderse por la alta calidad de sus turrones, ya entonces famosos más allá de Jijona. En la actualidad, Enrique Rech se siente orgulloso de «mantener las recetas maestras de su familia» y poder ofrecer al público los mismos sabores –y otros nuevos– que han endulzado a generaciones y generaciones de españoles en la época que es para muchos la más bonita y especial del año.
Los que sale del obrador Rech tiene un precio más alto que la mayoría de turrones que hay en los supermercados y grandes superficies. La razón no se debe a un capricho sino a establecer un precio acorde con la calidad de unos ingredientes, que son únicos. «Utilizamos siempre almendra marcona mediterránea, una variedad local muy cotizada y costosa que nada tiene que ver con la típica almendra alargada de california que llevan la mayoría de turrones y que son que la que te suelen poner de picar en un bar».
Otro ingrediente «premium» es la miel pura de abeja de los montes de Alicante de romero y azahar. «Las propias abejas elaboran su miel después de haber polinizado flores de azahar o de romero, lo que le da un sabor diferencial». Esta excelencia en su trabajo les ha permitido obtener el sello del Consejo Regulador del Turrón de Jijona y Alicante que acredita a los turrones Rech con el distintivo de Indicación Geográfica Protegida.
Otros dulces como los polvorones de almendra también se elaboran con un alto porcentaje de variedad de marcona mediterránea, en concreto un 35%, lo que supone «uno de los porcentajes más altos del mercado», asegura Enrique.
Uno de los turrones cuyo consumo más ha crecido en estos últimos años ha sido el turrón a la piedra. De hecho, es el segundo más vendido en la tienda, afirma Rech, para destacar que «muchos clientes se sorprenden mucho de su sabor y repiten». Esta variedad, que tiene la textura más blanda de todas, lleva, entre otras cosas, un 65% de almendra marcona mediterránea, un toque raspadura de limón y canela.
Turrón a la piedra, un placer para los sentidos«Es un turrón que se sigue haciendo elaborando a mano, lo que también repercute en su precio. Los ingredientes se van moliendo con un molino de granito hasta que se consigue la textura adecuada. Después se va espolvoreando el limón y la canela con cuidado. En Jijona es un turrón muy conocido pero que aún no está tan explotado como otros».
Una de las preguntas que muchos se preguntan es lo que hacer con el turrón pasada la Navidad. En otros países como Francia, su consumo no es tan estacional ya que tienen un postre muy similar que convierte al turrón en un dulce más asentado en el calendario. Como experto en turrones, Enrique recomienda comérselos lo antes posible para tomarlo en las mejores condiciones así como guardarlos en la nevera.
Otra opción post-navideña si el turrón ya no está igual que cuando lo compramos es usarlo de base para hacer postres como tarta de turrón, flan de turrón o mousse de turrón.
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