Capaces de expulsar al ser humano del paraíso, de hacer que Blancanieves cayese a los pies de una bruja o incluso de inspirar a Newton para que formulase la Ley de la Gravitación Universal: hablamos de las manzanas. También conocidas como Malus Pumila o Malus Sylvestris Mill son el fruto del manzano y tienen muchas propiedades que benefician a nuestra salud debido a las sustancias fitoquímicas y antioxidantes que contienen. En este post haremos un repaso por la historia y las propiedades de las manzanas.
Probablemente, el origen del manzano se encuentre en el cruce de varias especies silvestres, aunque es cierto, que no se ha detallado con claridad una procedencia. Lo que si sabemos es que las manzanas se recolectan desde hace miles de años, pues se han encontrado restos arqueológicos del Paleolítico y Neolítico en diversas excavaciones. Estos yacimientos nos descubren que los manzanos ya existían en algunas zonas de Europa y Asia hace 20.000 años, según Región de Murcia Digital, y que, nuestros antepasados ya se beneficiaban de la infinidad de propiedades de las manzanas.
En los textos mitológicos romanos, ya se puede observar la aparición de esta fruta. Fue esta civilización la que extendió la manzana por sus colonias, también por la Península Ibérica. Sin embargo, fueron los árabes los que popularizaron su consumo a partir del siglo VIII.
Durante el siglo XVI, los conquistadores españoles extendieron el cultivo de este fruto por América.
Las manzanas, por norma general, se encuentran en el mercado de septiembre a junio. Sin embargo, hay algunas variedades como la Golden Supreme que podemos encontrar de agosto a noviembre, o la Delicia, que está disponible todo el año. Antes de conocer las propiedades de las manzanas, vamos a darnos un paseo por los principales tipos que existen:
tiene su origen en el estado de Virginia (EEUU). Se trata de un cruce entre las variedades Grimes Golden y Golden Reinette. Según el comidista, en 2010 se rastreó su genoma y se descubrió un total de 57.000 genes que la componen. Su ancestro silvestre se encuentra en Kazajstán. Tiene un color amarillento con toques dorados. Además destaca por su sabor ácido que desaparece cuando madura, convirtiéndose en dulce. La mejor forma de introducirla en las comidas es en los postres como tartas o bizcochos.
es una manzana con abuela: Maria Ann Smith Sherwood, la mujer que popularizó esta variedad de manzana en Australia a mediados del siglo XIX y que le da nombre. Su color es verde, su sabor ácido y su textura crujiente, debido a su piel gruesa y su carne dura. Se oxida muy lentamente, por lo que es perfecta para utilizar en ensaladas, tartares o en pastelería.
la más común es la canadiense, aunque tiene sus orígenes en la Francia del siglo XVI. Es grande y achatada. Su espectro de colores puede ir desde el amarillo hasta el gris, pasando por tonalidades verdosas. Tiene manchas y un tacto áspero. De sabor agridulce, puede tener un regusto a nuez verde según el comidista. Mantiene su sabor después del cocinado, por lo que es una buena elección para las recetas de repostería.
aparece en 1880 en Iowa (EEUU) y tiene subvariedades como la Red King o la Top Red. Es bastante grande, en comparación al resto de manzanas. Su color es rojo intenso, su piel brillante y gruesa y su sabor tiene un toque ácido. Se deshace muy rápido por lo que no es recomendable para asados. Sin embargo, para consumir sola, en ensalada o en puré, es una opción perfecta.
popularizada por el vivero de los Stark Brothers en Louisiana (EEUU), podríamos decir que es una prima de la Delicia. Su color es rojo, su piel con estrías es muy brillante y su sabor es dulce. Es una de las más populares, y la mejor opción para asar, hacer puré o estofados.
se crea en Australia mediante un cruce de diferentes variedades entre las que destacan Golden y Delicia. De color rojo sobre fondo verde, su sabor es ácido y su textura es dura y crujiente. Es perfecta para combinar con pescados o carnes rojas, además de ser un perfecto acompañamiento para el queso o el requesón.
A lo largo de la historia, la manzana siempre ha estado asociada a connotaciones negativas. Ya en la Antigua Grecia, se la consideró la responsable de la guerra entre Troya y Grecia, por ser el fruto de la discordia entregado por la diosa Eris en «El Juicio de Paris», según la mitología griega.
También en la Biblia, aparece como fruto del pecado y la tentación, y como responsable de la expulsión de Adán y Eva del paraíso.
Sin embargo, hoy todas esas implicaciones negativas que en el pasado se le atribuían a la manzana han desaparecido. Son muchas las propiedades de las manzanas. Los beneficios que reporta para la salud son bastante relevantes y el aporte de potasio y vitamina C es imprescindible en nuestra dieta.
El macronutriente principal que encontramos en la manzana son los hidratos de carbono en forma de azúcares como la fructosa. También contiene bastante fibra, pero lo destacable, según el European Journal of Clinical Nutrition es la quercetina, un fitoquímico que previene problemas cardiovasculares y enfermedades inflamatorias.
¿Nunca has oído que tomar una manzana después de una comida pesada es bueno para bajarla? Esto es debido a que los ácidos que contienen las manzanas ayudan a digerir las grasas consumidas. Además, regulan nuestro intestino para que se reduzca el efecto pesadez. Por ello, las manzanas están presentes en la mayoría de dietas ya que su bajo en contenido en calorías y su efecto saciante ayudan a mantener unos hábitos saludables.
Es destacable la labor de la cisteína, un aminoácido que estimula el crecimiento del cabello y que produce un efecto diurético y depurativo e nuestro cuerpo, ayudando a la reducir la retención de líquidos.
También es recomendable comer las manzanas sin pelar, pues su piel contiene pectina, una fibra natural que protege nuestra flora intestinal. Pero ¡cuidado!, lávalas bien antes de comerlas para evitar ingerir gérmenes y pesticidas que la cubierta pueda contener.
Nuestro intestino no es el único que se beneficia de las propiedades de la manzana, también lo hace nuestra dentadura, ya que, al morder, fortalecemos la mandíbula y los dientes, limpiando nuestra dentadura de restos de comida.
Al igual que la mayoría de frutas, su componente principal es el agua. Las manzanas contienen en torno a un 80% de agua, por lo que ayudan a mantener una correcta hidratación.
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