A finales de 2019, Rubén Canals decidió convertir la tradición agrícola de su familia en un modelo de negocio novedoso, pero con toda la esencia artesanal. Habiendo heredado la pasión por el campo y el cuidado y buen hacer en la recolección, abrió su propia conservera en el pueblo de Albesa (Lérida), bajo el nombre de su abuela: Conservas Antonieta. Esta es una opción que recomendamos para comprar mermelada casera online. Hemos tenido la oportunidad de hablar con Rubén, que nos ha contado al detalle el proceso de elaboración de sus productos. ¿Cuál es el secreto del éxito de su mermelada casera?
Rubén recalca la importancia que otorga la empresa a la calidad de la fruta que su familia lleva tantos años cultivando en sus propios terrenos. Una vez recolectadas las mejores piezas, todo el proceso de elaboración de la mermelada y el posterior envasado se realizan en un almacén que tienen bajo su vivienda de Albesa. “Preferimos quedarnos cortos que no sobrepasarnos”, refiere Rubén, que opta por mantener un ritmo de producción limitada que se adecue a las temporadas naturales de la fruta. Así, el negocio familiar puede garantizar un producto de lo más artesanal y sostenible, que permite comprar mermelada casera online a un precio muy asequible.
“La mermelada que producimos viene de nuestros campos, no somos una empresa que se dedica a comprar fruta y elaborarla”, comentaba Rubén. El secreto está en darle un buen tratamiento a una materia prima de calidad para conseguir un resultado excelente, que conserve toda la tradición y el sabor original de la fruta que llevan generaciones cultivando en sus tierras. A diferencia de las mermeladas que podemos encontrar en los supermercados, cuya proporción de azúcar suele oscilar entre 45-65%, Conservas Antonieta no emplea ningún tipo de azúcar añadido: las mermeladas están hechas con un 100% de fruta de kilómetro cero.
¿Cómo se consigue el dulzor sin aditivos? Rubén insiste en la necesidad de escoger las mejores piezas en su punto óptimo de madurez. Con un lento proceso de cocción a baja temperatura, la fruta segrega poco a poco todo su néctar natural. Así se logra que conserve todo su sabor dulce, además de todas las vitaminas y minerales del fruto tratado. Con este método también se consigue que la mermelada resulte melosa sin necesidad de usar ningún tipo de gelificante: “No añadimos pectina, utilizamos la propia piel de la fruta para espesar”.
La estrella de la conservera es la mermelada de naranja amarga, que ya se ha llevado dos premios a nivel internacional: el primer premio en The World’s Original Dalemain Marmalede Awards, certamen más importante del mundo sobre mermeladas de fruta cítrica que se celebra anualmente en Cumbria (Reino Unido), así como premio de Sabor Superior, otorgado por el International Taste Institute de Bruselas.
Para los más gourmet, Conservas Antonieta ha creado una línea específica de mermeladas de fruta acompañada distintas hierbas aromáticas: mermelada de pera con DOP de Lérida y romero, o la aclamada mermelada de naranja amarga, reinventada con un toque de azafrán. La favorita de Rubén es la de melocotón y vainilla, aunque nos confiesa que le gustan mucho todos los sabores que han conseguido desarrollar. Todas ellas están pensadas para poder combinarlas con queso, foie, y demás productos salados.
Comprar mermelada de melocotón y vainilla
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