En anteriores post te hemos hablado de mitos, leyendas del mundo de la alimentación en relación a la comida. Algunos como que los hidratos por la noche engordan o que la fruta en ayunas adelgaza. Hoy te traemos una entrada similar, aunque en vez de hablarte de mitos, te hablaremos de errores en el mundo de la alimentación.
Es cierto que cada vez tenemos más información a nuestra disposición para conocer qué hábitos debemos seguir, cómo alimentarnos y demás consejos nutricionales. Sin embargo, esto es un arma de doble filo, pues el exceso de información también hace que tengamos acceso a ciertos contenidos falsos sobre el mundo de la nutrición o la gastronomía. Hoy te desmentimos algunos mitos y errores del mundo de la alimentación, algunos de ellos muy sonados y difundidos.
Sobre desperciciar alimentos caducados
Muchas veces no somos conscientes del etiquetado de los envases, falta educación al consumidor en este sentido, pues no distinguimos entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad. Como ya te hemos comentado en alguno de nuestros post en otros blogs, el food waste o desperdicio de comida es un problema muy serio que afecta a todo el planeta.
Normalmente interpretamos como fecha de consumo preferente como una fecha de caducidad, y esto es un error de la alimentación muy importante ya que hace que desperdiciemos alimentos. Que un alimento esté fuera de su fecha de consumo preferente no significa que no podamos consumirlo y tengamos de desecharlo, sino que probablemente haya perdido algo de calidad. Los alimentos que debemos desechar, siempre con precaución son los que están fuera de su fecha de caducidad, aunque ten en cuenta que las empresas siempre suelen indicar este día con cierto margen.
Sobre la clara del huevo
Hay una tendencia muy popular entre el mundo de la nutrición y el deporte en consumir solo las claras de huevo y obviar las yemas. Esto se debe a que las claras son una fuente elevada de proteínas. Las personas que se dedican al mundo fitness suelen deshacerse de la yema del huevo, la parte más grasa, para quedarse solo con las proteínas de la clara. Sin embargo, esto conlleva una pérdida importante de nutrientes ya que la yema es la parte donde más contenido de los mismos encontramos.
Sobre el azúcar de la fruta
En anteriores post te hemos comentado que es preferible consumir una pieza de fruta completa que hacer un zumo o batido de frutas. Esto se debe a que cuando trituramos una fruta, rompemos su matriz y el azúcar que contiene de forma natural, la fructosa, se libera. Las frutas contienen azúcar pero si las consumimos en crudo, sin triturar, ese azúcar está contenido y no es en absoluto perjudicial para nuestra salud. Por este motivo, no consumir fruta simplemente porque contiene azúcar es un error muy grande. Las frutas contienen numerosos nutrientes que benefician a nuestro organismo, vitaminas… y además son un elemento saciante. Y no, comer fruta por la noche tampoco engorda, es otro mito.
¿Cómo se descongelan los alimentos?
La cadena de frío de los alimentos es algo bastante serio. Si no congelamos y descongelamos los alimentos de forma adecuada, podemos intoxicarnos con facilidad. ¿El motivo? Si descongelamos los alimentos a temperatura ambiente, pueden crecer en ellos bacterias perjudiciales para nuestro organismo. Aunque es la opción más lenta, lo mejor es dejar que los alimentos se descongelen de manera progresiva en en la nevera. En el caso de ir con prisas, utiliza la opción de descongelado de tu microondas.
Añadir sal a todos los alimentos
La sal es un condimento muy extendido, sobre todo en la dieta mediterránea. Sin embargo, abusamos mucho de ella en nuestras comidas. En realidad la dosis de sal diaria recomendada para nuestro organismo es mucho más pequeña de la que realmente utilizamos.
Muchos productos además, ya contienen sal de forma natural, es innecesario añadírsela. Un truco que puedes utilizar para reducir tu consumo de sal sin que tus comidas pierdan sabor, es sustituirla por especias.
Comprar cesta de especias
Cocina monótona
El ser humano es un ser de costumbres, normalmente no solemos innovar, nos cuesta salir de nuestra zona de confort. Esto también nos ocurre en la cocina. Cocinamos siempre lo mismo y, por ende, comemos siempre lo mismo. Esto, además de ser aburrido para nuestro paladar, no es algo bueno para nuestra salud, ya que limitamos los nutrientes que consumimos. Comer variado nos ayudará a cuidar nuestra salud.
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