El consumo de insectos cada día se está haciendo más popular en países de occidente. La nueva tendencia culinaria rescatada de países asiáticos ha llegado, y parece ser que para quedarse. En este post te descubrimos todos los secretos de la harina de grillo y los productos elaborados a base de insectos.
Probablemente si te proponen comer un grillo crudo te morirás del asco. ¡Cómo vamos a comer insectos! ¿Verdad? Pero lo cierto es que en muchos otros países, lejos de ser una moda culinaria, es una tradición. Y una que está marcando el futuro de la gastronomía y la alimentación. No es tan común el uso de insectos crudos, es decir sin cocinar en los platos de nuestra gastronomía. No obstante se está observando cada vez más la tendencia de utilizar harina de trigo para distintas elaboraciones. Según la FAO, 2000 millones de personas basan su dieta en insectos, lo que se conoce como entomofagia.
Al igual que otros animales, también los insectos pueden servir de alimento para los seres humanos y ser un complemento útil en nuestra dieta. De hecho, muchos expertos afirman que se trata de una fuente muy significativa de proteína y que es la proteína del futuro. En parte se debe a la producción sostenible.
Según InsectFit, una tienda especializada en la producción de barritas proteicas con harina de trigo de la que hablaremos más tarde, los insectos necesitan menos recursos que la ganadería tradicional. De hecho se estima que necesitan 2000 veces menos agua, 200 menos terreno, contaminan 100 veces menos y necesitan menos alimento. ¿Estaremos de verdad ante la proteína del futuro?
La harina de grillo contiene 3 veces más proteína y 5 veces más magnesio que la carne. También el triple de hierro que las espinacas y el doble de calcio que la leche. Es una rica fuente de Omega-3 y 6 y de vitamina B12 por lo que interviene en el buen funcionamiento del organismo y la recuperación muscular.
Esta harina tan peculiar, se elabora con grillos especiales. Se trata de grillos blandos domesticados y criados con los pertinentes cuidados higiénicos. La cría se realiza en granjas donde se concentran los grillos. No necesitan demasiado agua, tierra o alimento. Por este motivo son un negocio rentable: no necesitan muchos recursos para su producción.
Además, el método de elaboración es bastante sencillo. Primero se disecan los grillos y posteriormente se sumergen en salmuera. Se dejan secar en un recipiente de barro que posteriormente se introduce en un horno par tostarlos. Una vez tostados, se pulverizan y se consigue la harina de grillo.
Una de las ventajas más valoradas de esta harina es que no contiene gluten. Por ello puede ser una solución muy eficaz para celiacos. Además es muy fácil de digerir, a diferencia de las harinas blancas que están repletas de ingredientes y tratamientos químicos perjudiciales para el sistema digestivo.
Como hemos dicho la harina de grillo es una rica fuente de proteína y fibra por lo que puede ser un aliado fantástico para las dietas. Ayuda a la quema de grasas y a la recuperación muscular. Su alto contenido en proteína ayuda a ello, por lo que culturistas y deportistas cada vez incluyen más este alimento en sus menús.
La vitamina B12 que aporta ayuda a la recuperación, a sentirte con energía, además de reforzar el sistema nervioso y la memoria.
Para aprovecharte de todos los beneficios y propiedades de la harina de grillo, puedes incluirla en tus platos. Pasta, bizcochos, tortas y muchas más opciones. Si no te fías demasiado o simplemente no te apetece cocinar, en mentta tenemos una tienda que prepara barritas proteicas con harina de grillo. Se trata de Insectfit, puedes encontrar todos sus productos en nuestra web. Aquí te contamos su historia:
Gabriel Vicedo y Alberto Mas son los jóvenes creadores de esta marca. Participaron en el Programa Garaje en 2017 de la empresa Lanzadera, perteneciente a Juan Roig, el dueño de Mercadona. Con este programa recibieron una beca para desarrollar sus ideas empresariales durante 11 meses. Estos jóvenes vieron una oportunidad de negocio en la harina de grillo y decidieron producir barritas proteicas con la misma. «Comparada con la ganadería es más rentable. Requiere menos energía, agua, alimento y espacio, porque pueden criarse en vertical» dice Gabriel en una entrevista para El País.
Sin embargo, España tiene todavía muchos prejuicios respecto al consumo de insectos. De hecho no fue hasta 2018 cuando se legalizó la venta de alimentos para el consumo humano.Por eso el objetivo de estas empresas es abrirse al mercado internacional y elaborar productos útiles para el cuidado de la alimentación. Ya venden sus productos en países como Bélgica, Francia o Reino Unido. Las barritas son el mejor formato para ellos pues son un alimento sencillo, económico, saludable y que pueden consumir muchos deportitstas.
El éxito de esta industria pasa por la revolución alimentaria y por la normalización del consumo de harina de grillo. Cuando la gente sea consciente de sus propiedades nutricionales y su producción sostenible, se popularizará de forma internacional. Si te ha entrado el gusanillo, prueba las barritas de Enfit. Haz tu pedido en mentta y descubre todo el sabor de la harina de grillo.
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