Desde hace un tiempo podemos decir que los productos ecológicos o BIO se han puesto de “moda” entre los consumidores más preocupados por la salud de nuestro planeta. De hecho, nuestro país está entre los 10 que más productos ecológicos consumen, es el primer productor de Europa y el sexto del mundo.
Pero, ¿qué significa que un producto sea “bio”, “ecológico” u “orgánico”? ¿Significan lo mismo? A nivel de gramática española, estas denominaciones son sinónimas y se regulan por los mismos reglamentos. Es posible que en otros países esto pueda variar si cambian los reglamentos, pero siempre tienen que cumplirse para que los productos lleven estas etiquetas.
Por lo que dicen los distintos reglamentos de nuestra constitución sobre los productos ecológicos, estos han de ser cultivados únicamente con fertilizantes naturales, sin pesticidas para el control de plagas ni modificaciones genéticas en ninguno de los productos. Es decir, son productos completamente naturales.
Desde mentta os recordamos que tenéis multitud de posibilidades para comprar y consumir estos productos gracias a la entrega y el esfuerzo de nuestros productores y tiendas especializadas. Además, os proponemos estas 8 ventajas de consumir productos ecológicos o BIO para convenceros de que, si aún no lo hacéis, empecéis a incluir alimentos con estas etiquetas en vuestros menús.
La ventaja más clara de consumir productos ecológicos es, sin duda, a ausencia de productos químicos que, aunque son útiles a la hora de producir, pueden llegar a ser muy tóxicos y peligrosos para la salud de los consumidores.
Entre estos químicos, la agricultura ecológica evita a toda costa los plaguicidas sintéticos, cuya mayoría han sido probados alérgenos, neurotóxicos y cancerígenos. Cada vez más expertos afirman que no existen dosis seguras de estas sustancias, por muy bajas que sean, ya que los efectos se acumulan.
Tampoco poseen aditivos sintéticos que pueden provocar problemas en la salud como insuficiencias cardíacas, osteoporosis, migrañas e hiperactividad. Esto permite que los cultivos biológicos respeten los ritmos naturales, sean equilibrados y muy ricos en nutrientes.
Esta es, al fin y al cabo, una de las razones por las que la producción ecológica de alimentos es tan importante: es respetuosa con la fauna, genera una contaminación más baja de aerosoles, produce menos dióxido de carbono, previene el efecto invernadero, no genera residuos contaminantes y ayuda al ahorro energético y de los gobiernos.
Además de que el sistema de producción de los alimentos BIO está sujeto a una reglamento europeo desde el campo hasta la mesa, todos los agentes que intervienen en él tienen un seguimiento de control e inspección.
Los agricultores ecológicos emplean fertilizantes naturales elaborados con restos vegetales o estiércol que promueven la fertilidad natural de la tierra y, por tanto, poseen condiciones ideales para el desarrollo de microorganismos que ayudan a las plantas a absorber más nutrientes.
Gracias a esto, las frutas y verduras ecológicas son mucho más ricas en nutrientes. Concretamente, un estudio financiado por la Unión Europea entre 2004 y 2009 afirmó que estos productos obtenidos de agricultura ecológica poseían un 90% más de vitamina C que los industriales. Otros estudios españoles también hallaron un 25% más de potasio en las lechugas ecológicas, un 14% más de calcio en tallos de hinojo, 16% más de hierro en las judías y 10% más en el pimiento verde.
Una de las cosas que más se diferencia entre los productos ecológicos y los industriales es el sabor. Cuando compras un tomate en el supermercado que no es ecológico se suele decir, y con razón, “este tomate no sabe a nada” o “este tomate no sabe a tomate”.
Esto se debe a que el uso de fertilizantes químicos aumenta la proporción de agua en los alimentos. Sin embargo, los productos bio, al tener menos cantidad de agua poseen más agentes aromáticos y están más concentrados. Los tomates ecológicos consiguen recuperar el sabor de siempre y conservan su aroma.
El estado de nuestra salud es, al final, el resultado de todo lo que consumimos: hay expertos que declaran que algunas enfermedades degenerativas tienen su origen en la alimentación. Los productos ecológicos son más beneficiosos para la salud gracias a su ausencia de tóxicos y químicos, que permite al organismo asimilar mejor los nutrientes sin alterar las funciones metabólicas.
Muchas veces, la gente empieza a preocuparse por su alimentación desde que tienen un hijo. Sus prioridades cambian y se esfuerzan por ofrecer a los pequeños alimentos menos contaminados y más puros ya que sus organismos son más vulnerables y comienzan a incluir etiquetas ecológicas en sus cocinas.
Además, esta contaminación también afecta a la fertilidad. Algunos estudios con animales confirman que comer productos BIO aumenta entre un 30 y un 200% la capacidad fértil.
Por supuesto, la vida de los animales es mucho más digna en una granja ecológica y bien cuidada que en los espacios industrializados. Este estilo de vida se refleja después en la calidad de los productos, tanto si es leche, como huevos o carnes. Además, estos animales y vegetales no han sido manipulados artificialmente, de manera intensiva, y se deja que crezcan a su ritmo natural.
Adquirir y consumir productos ecológicos es una forma de apoyar los modelos de producción alternativos basados en granjas pequeñas y medianas o cooperativas. Se apoya un modelo de desarrollo sostenible que, a menudo, se asocia con el “comercio justo”, que mejora los ingresos y condiciones de los agricultores.
En relación a estos agricultores, la idea de consumir productos ecológicos también es promover la agricultura y producción local. De nada sirve adquirir alimentos bio si estos vienen desde otro país y, por tanto, han consumido el doble en el trayecto.
Esta condición afecta sobre todo a frutas y hortalizas, que según la temporada y sin ayudas químicas, se pueden cultivar unas u otras. Para asegurarse de esto, lo ideal es ir a tiendas ecológicas y mercados municipales donde es más probable que los productos vengan de agricultores y productores locales.
Para mentta el progreso de la agricultura ecológica local es muy importante y, por eso, en nuestra web puedes encontrar unas gran mayoría y variedad de productos que proceden directamente de los productores y agricultores locales, sin supermercados ni superficies que se aprovechen de las ganancias y que aseguren la certificación ecológica.
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