¿Te has planteado alguna vez el tipo de alimentación que estás llevando?. Esos productos sanos que compras, ¿son tan sanos como muestra el empaquetado?. Cada vez es mayor el rechazo hacia los componentes químicos, aditivos u organismos genéticamente modificados. Compramos verdura en el supermercado y por el hecho de ser vegetales damos por sentado sus beneficios nutricionales, pero la alimentación va más allá. El término ‘bio’ y ‘eco’ nace bajo la necesidad de una producción y consumo más sostenible y nutritivo pero verdaderamente ¿Qué son los productos bio? En mentta te lo contamos todo.
Los productos BIO son aquellos que han sido elaborados de manera natural, sin la necesidad de emplear productos químicos, pesticidas o fertilizantes. Para que un producto se pueda calificar como tal, no puede estar manipulado genéticamente. Y no sólo esto, estos alimentos deben estar marcados por un sello que acredita que el producto posee unas características determinadas, además de unos beneficios medioambientales a la hora de su producción.
¿Existe alguna diferencia entre Eco y Bio? Realmente las diferencias entre ambos términos son milimétricas, por no decir inexistentes según el reglamento europeo. Sin embargo, muchos expertos opinan que es se debe matizar el hecho de que el etiquetado ecológico se le atribuye a productos cuidados desde un carácter medioambiental, que no han sido tratados con productos artificiales. Las frutas y verduras se cultivan libres de pesticidas o productos químicos que no sean naturales, así como la carne mediante una alimentación sana y natural. Mientras tanto, en el etiquetado BIO se incluyen productos que se han cultivado respetando los ciclos de la naturaleza, es decir sin la modificación genética de los alimentos.
España es el primer país de la Unión Europea en la producción ecológica, y el tercero a nivel internacional (por detrás de Argentina y Australia). El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha llevado a cabo numerosas estrategias para potenciar la producción bio mientras se satisfacen los intereses de los agricultores. Pero ¿Qué se denomina bio y qué no? En Europa la cuestión se rige por tres reglamentos que determinan las condiciones para obtener el sello ecológico:
En resumen, estos tres reglamentos rigen las condiciones que debe poseer un producto para conseguir la denominación natural. Básicamente los alimentos se cultivan con fertilizantes naturales únicamente, sin pesticidas artificiales para el control de las plagas y sin modificación genética alguna. Dentro de los fertilizantes naturales entran los productos de preparación biodinámica (aquellos preparados en instalaciones propias) y el suelo que se utilice para el cultivo debe ser previamente aprobado para uso ecológico.
El movimiento de la comida orgánica comienza en el siglo XX. Un conjunto de tres asociaciones de Alemania, Reino Unido y EEUU dio lugar a la Federación Internacional de Movimientos Agrícolas Orgánicos. Ya existía una conciencia de alimentación saludable y de conservación del medioambiente, motivada por el movimiento hippie. El miedo hacia los efectos negativos de los productos químicos aumentaba y las tiendas especializadas en productos bio iban creciendo. No fue hasta el los años 90 que empezaron a verse este tipo de productos en los supermercados de las ciudades.
Se puede decir que tras la Segunda Guerra Mundial, la población descubrió que el uso de fertilizantes y pesticidas aumentaban su producción notablemente, y por lo tanto, sus ganancias. Concretamente fue Paul Hemann Muller el inventor del DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano), un insecticida muy potente y efectivo usado por la mayoría de los agricultores (especialmente en EEUU). Paralelamente a esto, crecía el miedo en la población por las consecuencias en la salud que podrían tener estos métodos de cultivo tan artificiales. Los años 60, 70 y especialmente los 90, vinieron con el crecimiento del movimiento verde, la conservación del medioambiente y la alimentación saludable y natural, así como de un miedo general hacia el excesivo uso de químicos. Desde entonces y hasta día de hoy, cada vez más personas se suman a la alimentación Bio y apuestan por unos productos más naturales.
Son mejores para la salud: libre de residuos tóxicos. Una de las principales ventajas de este tipo de alimentación es la ausencia de productos químicos y tóxicos que afectan a nuestra salud.
Apuesta por la sostenibilidad: otra de las grandes ventajas es su respeto hacia con la fauna y medioambiente, pues no genera residuos contaminantes, contribuye al ahorro energético y genera una contaminación más baja en aerosoles.
Un producto con más calidad: las revisiones e inspecciones de elaboración, envasado y etiquetado a las que están sometidas los alimentos BIO aseguran su calidad. Además los fertilizantes naturales promueven la fertilidad natural de la tierra, que da lugar a unos alimentos mucho más nutritivos.
Un producto con más sabor: el sabor se concentra mucho más en el producto, pues los fertilizantes químicos aumentan la proporción de agua en los alimentos, suavizando su sabor. Finalmente la cantidad de nutrientes de un producto eco supera las de un alimento que no lo es. Además, esto supone que los productos eco se conserven mejor y durante más tiempo.
Contribuye al bienestar animal: la vida de los animales en una granja ecológica es mucho mejor que en un espacio industrializado. Como consecuencia, el sabor del alimento será mucho más exquisito en el primer caso que en el segundo, pues el sabor refleja la vida del animal.
Desarrollo local: frente a las grandes multinacionales, el empleo sostenible y la actividad local se ven beneficiadas con la alimentación ecológica. También se trata de un comercio justo que defiende los derechos de los trabajadores.
Ahorro energético: el proceso productivo requiere muy poca energía.
Comprar productos BIO en mentta
Y si eres de esas personas que están introduciéndose poco a poco en el mundo de los productos naturales, no puedes perderte ninguna de las entradas de nuestro blog. Toda la información que has aprendido ahora, pero de manera más extensa. ¡Ven a leerlas!
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