En el post anterior ya pudiste descubrir todas las propiedades y beneficios que el aguacate tiene para tu salud y para tu vida. En este post te vamos a mostrar algunas recetas con aguacate para que puedas explotarlo al máximo.
El aguacate es una fruta muy versátil, se puede utilizar como acompañamiento o guarnición en muchos platos pero también como alimento principal en otros tantos. Desde ensaladas, hasta guisos… desde tostadas hasta purés, las posibilidades del aguacate ¡son infinitas!
Probablemente la receta con aguacate estrella es el guacamole, quizás también porque es la más conocida. El guacamole es una salsa típica mexicana de cuyo ingrediente principal es el aguacate. Su nombre viene de la lengua azteca náhuatl “Ahuacamolli” (“Ahuacatl” significa aguacate y “molli” quiere decir salsa).
Según la mitología azteca, el dios tolteca Quetzalcoatl ofreció a su pueblo la receta para hacer guacamole. Esta comida tenía connotaciones sexuales ya que los frutos que servía para elaborarlo parecían «testículos de arbol», como ya te contamos en el post anterior. Aún así, era una de las recetas básicas de su dieta, por lo que cuando llegaron los colonos a América la adoptaron y distribuyeron por todo el mundo. Se elaboraba con aguacate machacado, agua, jugo de limón, tomate y chile, aunque actualmente esa receta ha ido variando.
Primero necesitaremos dos aguacates que pelaremos contándolos por la mitad y quitándoles el hueso. Es preferible que sean aguacates maduros, ya que la calidad del será mucho mejor. Si has comprado aguacates verdes espera unos días a que maduren antes de utilizarlos en tu receta. Cuando estén listos, ayúdate de una cuchara para extraer de ellos toda la carne y aprovecharlos al máximo. Posteriormente, machaca los aguacates en un mortero hasta que consigan la textura propia del guacamole.
También necesitarás media cebolla, medio tomate, un jalapeño y un puñado de cilantro fresco. Pica bien todos estos ingredientes para que queden porciones muy pequeñas. Añádelos a tu aguacate machacado e intégralos bien. El último paso es añadir a esta mezcla jugo de lima y sal al gusto.
Puedes comerlo solo o utilizarlo como acompañamiento para tus nachos, tus hamburguesas o en tostadas.
Comenzamos igual que la preparación del guacamole. Cortamos los aguacates por la mitad y los pelamos con cuidado. Los cortamos en trocitos y los rociamos con jugo de limón. Hasta aquí la receta es parecida a la anterior, pero no te confundas, en este caso el aguacate no se tritura ni machaca. Déjalos reposar unos segundos, así absorberán todo el jugo del limón. A continuación ralla queso Roquefort al gusto por encima y añade a la mezcla nueces o almendras tostadas, y un yogurt natural a modo de salsa. Añade pimienta y sal al gusto y ya tendrás tus aguacates a la jardinera.
Probablemente sea una de las recetas más fáciles. Si te aburren las típicas ensaladas de siempre, te proponemos que pruebes la siguiente. Necesitarás dos aguacates, media cebolla, lechuga, canónigos o rúcula al gusto y 125 gramos de salmón ahumado. Pela el aguacate y córtalo en taquitos. Pica también la cebolla y añádelo todo a tu mezcla de ensalada . Por último añade las lonchas de salmón y aliña todo al gusto.
Necesitaremos dos aguacates grandes que pelaremos y trocearemos bien, un tomate picado previamente, 100 gramos de queso crema y una cucharada de consomé de pollo en polvo. Todos estos ingredientes se deben triturar en una licuadora o similar con aproximadamente 3 vasos de agua para que no se haga una pasta.
Por otro lado calentamos mantequilla en una sartén y pochamos en ella una cebolla y un ajo picado. Cuando ya esté pochada la cebolla, añadimos la mezcla licuada que habíamos preparado antes en la misma sartén y la dejamos calentar a fuego medio para que se impregne bien del sabor de la cebolla y el ajo. Añadimos sal al gusto si es que la mezcla lo necesita. Cuando la pruebes y veas que está a tu gusto, retírala del fuego. ¡A servir y a disfrutar!
Esta es una de las recetas más sencillas que te puede alegrar las mañanas si la introduces en tu desayuno. Consiste en untar la pulpa de un aguacate sobre una tostada. Te recomendamos que sea integral para seguir la línea de un desayuno «fit». A continuación, corta un triángulo de queso de burgos y añádelo con cuidado encima. Espolvorea orégano y añade un chorro de aceite para que la receta no esté tan seca. Si quieres, también puedes utilizar esta opción en las cenas, coronando tus tostadas con una anchoa o un huevo y aportándoles así un toque más salado.
No podíamos terminar este post dejando a los amantes del dulce sin alguna de las recetas con aguacate dulces que existen para postres. Para la elaboración de este dulce necesitaremos licuar un aguacate junto con 230 gramos que queso crema, el juego de dos limones, una taza de leche condensada y una taza de leche evaporada. Cuando la mezcla adquiera una textura cremosa estará lista. Entonces es el momento para verter este licuado en una base de galleta, que puedes adquirir ya preparada en cualquier supermercado o prepararla tú mismo picando galletas y compactándolas con mantequilla derretida. Espolvorea pistachos triturados al gusto por encima y ¡listo para degustar!
Lo sabemos, se te hace la boca agua. Pero no te preocupes, en mentta tenemos la mejor selección de este fruto para que puedas poner en práctica todas las recetas con aguacate aprendidas en este post. ¡Entra y descubre todas las posibilidades!
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