Ha costado, pero el otoño ya está de lleno entre nosotros. Y como todo el mundo sabe, con él llega la temporada de setas o la hora de comprar setas de temporada, por ello aquí te traemos una guía definitiva para guiarte en este otoño 2020.
El otoño y las precipitaciones frecuentes han llegado. Para muchos esto será un suplicio, pero estamos seguros de que para los amantes de las setas es más que una buena noticia. La temporada de setas 2020 ya ha comenzado en nuestro país y las condiciones meteorológicas que hemos vivido durante estos meses han propiciado que la temporada haya empezado incluso antes de lo previsto. La recolección de setas es una actividad que mueve a miles de adeptos en nuestro país y que fomenta el contacto con la naturaleza y el mundo rural.
Como te decimos, las condiciones meteorológicas afectan a la temporada de recogida de setas por lo que en este año, con la gota fría o DANA, es decir, las abundantes precipitaciones que se han producido durante finales de agosto y septiembre, las setas se han adelantado, aunque puede que la temporada no sea tan fructífera como las anteriores.
Aún así, en el blog de Escapada Rural, nos cuentan que la temporada ha comenzado bien ya que el suelo y las raíces de prados y bosques permanecen húmedos, algo positivo para esta actividad y para a aparición de las setas más tempranas como los boletus.
Y la realidad, es que dependiendo del momento del año en el que nos encontremos, daremos con más variedad de unas setas u otras. En otoño, las más populares son los boletus, los níscalos, los champiñones silvestres, las setas de cardo, los rebozuelos o las amanitas cesareas.
Si aún no eres un experto en el tema, probablemente te hayas hecho esta pregunta. En las zonas más húmedas de nuestro país es donde más proliferan las setas. Lugares como Navarra, País Vasco, Asturias, Huesca, Cantabria, las sierras del Sistema Central o el norte de Cataluña son sitios excepcionales con una tradición setera de muchos años.
En definitiva, las zonas forestales con cierta altitud y humedad como las vaguadas, favorecen la aparición de setas. No obstante, en función de la vegetación, el suelo y los nutrientes del mismo, podemos encontrar unas u otras. Por ejemplo, los boletus o los níscalos aparecen en pinares mientras que las setas de cardo en praderas.
Los hongos, sin embargo, son más sencillos de encontrar, pues soportan unas condiciones de temperatura, humedad e incluso nutrientes, mucho menos exigentes. La sierra de Madrid es un lugar idóneo para su proliferación donde además podemos encontrar una gran variedad.
El primer punto a tener en cuenta para un día de recolección de setas son los permisos necesarios. La recogida de setas es una actividad que cada día tiene más adeptos y que ha fomentado incluso el llamado turismo micológico. Las setas son un recurso natural que hay que proteger y por tanto, para su recolección se necesitan permisos.
Entre ellos podemos encontrar el carnet de buscador de setas, o la autorización para hacer lo propio en un periodo de tiempo limitado. También se suele establecer un peso máximo por persona de género recolectado para no contribuir a la sobreexplotación de bosques y terrenos.
Por otro lado para «echarnos al monte» a coger setas es necesario un equipamiento básico. En primer lugar necesitaremos una cesta de mimbre para guardar las setas que vayamos cogiendo. ¿Por qué de mimbre y no una bolsa de plástico? Te preguntarás. Pues bien, las setas se reproducen por esporas. La cesta de mimbre permite que éstas vayan cayendo al suelo mientras buscamos otras setas y por tanto ayudan en la repoblación del terreno. Las bolsas de plástico lo impiden además de ser intranspirables, cosa que puede estropear las setas que ya hemos recolectado.
Para cortarlas es necesario una navaja o un cuchillo, pues es imprescindible cortar sin dañar. No se debe remover el suelo o la hojarasca para hacernos con una seta. Con la navaja se corta el pie de la misma, procurando no coger tierra. Si tiene adheridas hojas, podemos retirarlas suavemente, aunque la limpieza exhausta se debe hacer en casa.
Si no conoces el lugar en el que te dispones a buscar setas, es recomendable utilizar un mapa o una brújula. Recuerda que en medio de los bosques, la cobertura de tu móvil puede fallar. Es mejor prevenir que curar.
Antes de cortar la seta es necesario identificarla y ver si es adecuada para nuestro objetivo. Si tenemos dudas, lo mejor es consultar a un experto. En las zonas de interés micológico, suele haber expertos a disposición de los buscadores de setas que les ayudan e instruyen en la recolección. Si, por el contrario, no disponemos de ningún experto cerca, lo mejor será que, ante la duda, desechemos la seta. La salud y la seguridad siempre son lo primero.
Por último, una vez llegamos a casa con nuestras setas, lo recomendable es consumirlas en el menor tiempo posible para que no se estropeen. No obstante, siempre puedes guardarlas en la nevera unos dos días con las láminas hacia abajo y sin amontonar para que aguanten el máximo posible. También puedes congelarlas.
Después de todo este bombardeo de información sobre la temporada de setas 2020 o las setas de temporada, como prefieras, suponemos que te habrá entrado el gusanillo de probar algún hongo. Si no eres muy fan del campo y te da una pereza terrible salir a buscar setas, siempre puedes comprarlas frescas en nuestro marketplace de alimentación, mentta. Entra y descubre todos nuestros productos frescos y de calidad.
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