En pleno verano y con las temperaturas más altas que nunca, lo que más apetece comer a las 2, 3 o 4 de la tarde es algo fresquito. Además de fresquito, ligero. Por ello, lo mejor que podemos hacer a diario con estas temperaturas son las sopas frías, ¡nuestro cuerpo lo agradecerá!
Frescas, saludables, deliciosas y ligeras, pero… ¿qué sopas frías podemos tomar? Con estas recetas ya tienes solucionados los almuerzos de la mitad de la semana.
El de siempre, el plato andaluz más típico, el más rico y fácil de hacer. Un buen gazpacho para 6 personas solo necesita un buen kilo de tomates, a poder ser que estén maduritos ya, un pimiento verde italiano o rojo, un pepino, 2 dientes de ajo, 50 ml de AOVE, 50 gr de pan duro, 250ml de agua, 5 gramos de sal y 30ml de vinagre de jerez.
Para su preparación, simplemente juntamos todos los ingredientes en un vaso o jarra y trituramos hasta conseguir una mezcla homogénea. Si tenemos algún procesador de alimentos o robot de cocina, son los mismos pasos y, después, programar para triturar durante unos 4 minutos.
Una vez hemos triturado todos los ingredientes, podemos pasarlo por un colador de manera que se queden pieles o imperfecciones no deseadas. Y, por último, dejar reposar una o dos horas en el frigorífico. Cuando esté bien fresquito, ¡a disfrutar!
Para acompañarlo, podemos cortar en trocitos pequeños otro pimiento verde, cebolla, tomate, pan e incluso jamón serrano.
El ajoblanco, malagueño, también es una especie de gazpacho pero algo más sencilla. Solamente necesitamos 150gr de pan, 1 diente de ajo, 100ml de aove, 2 cucharadas de vinagre, una pizca de sal, 500ml de agua y 100 gramos de almendras crudas.
La preparación es muy parecida al gazpacho. Vertemos todos los ingredientes menos el aceite en una jarrita o, los que tengan, en el robot de cocina y trituramos. Cuando ya estén todos los ingredientes bien homogéneos y sin dejar de triturar, vamos echando poco a poco el aceite, como si se tratase de mayonesa. Dejamos que se mezcle bien con el resto de ingredientes, ¡y listo! Dejamos reposar un rato en la nevera para que, cuando lo consumamos, esté bien fresquito.
Para acompañarlo podemos poner unas uvas blancas peladas y sin semillas o bolitas de melón.
Algo más espeso que el gazpacho, pero mucho más sencillo. Solo necesitaremos 1 kilito de tomate igual que para el gazpacho, lo más maduritos posibles, 200 gramos de pan de hogaza o del día anterior, 150 ml de AOVE, 1 diente de ajo y sal al gusto.
La preparación es idéntica a la del gazpacho, salvo porque si no quieres pelar los tomates antes de triturarlos, es mejor que los pongas primero y luego cueles el zumo de tomate. Después, con el tomate ya triturado, añades el pan, el ajo y el aceite, y trituramos todo hasta conseguir nuestra sopa, algo más espesa.
Para acompañarlo, lo ideal es cocer un par de huevos y partirlos en trocitos pequeños y añadir unos taquitos de jamón serrano. ¡Delicioso!
Esta crema es muy versátil. Se puede consumir tanto fría como caliente, ya que hay que cocinarla al fuego. En cualquier caso, tiene un sabor espectacular. La receta clásica solo lleva puerro y patata como ingredientes principales. Sin embargo, vamos a escoger una versión maravillosa que incluye calabacines.
Para ello, necesitaremos 2 calabacines, ½ cebolla, 1 patata, ½ de caldo de verduras, 100ml. de nata, 1 nuez de mantequilla, y un chorrito de AOVE.
Para empezar, preparamos las verduras, pelando y troceando tanto la cebolla como la patata. Quitamos los extremos de los calabacines y los cortamos en cuartos.
En una olla ponemos el chorrito de AOVE y la pizca de mantequilla. Dejamos que se disuelva y agregamos la cebolla, dejando que se ablande un poco. Añadimos la patata y el calabacín para que se pochen un poco.
Agregamos el caldo y cocinamos unos 20 min. Una vez pasado este tiempo retiramos del fuego y añadimos la nata, antes de triturar la crema en con la batidora. Cuando la vichyssoise esté a temperatura ambiente, la introducimos en la nevera y, después de un par de horitas, estará perfecta par degustarla.
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