Elaborar vino en un espacio natural protegido de gran valor ecológico no es fácil, pero tratar variedades de uvas minoritarias, en peligro de desaparecer, es lo que realmente hace especial este proyecto ubicado en Las Arribes del Duero, donde el río Duero hace frontera con Portugal.
El viñedo de Bodegas Jimbro se encuentra integrado en el paisaje y se cultiva en bancales, a la antigua usanza, sin uso de pesticidas ni herbicidas. La Puesta en Cruz se destina a elaborar el vino blanco, mientras que la Bruñal, la Rufete y la Juan García se emplean en la elaboración de los tintos.
Las cepas, algunas de ellas de 115 años, permiten conseguir unos vinos elegantes en un medio que, ante todo, respeta el medio ambiente y la calidad del producto final. Además, la producción es realmente baja, no superando en ningún caso los 2.500 kilos por hectárea, lo que otorga una gran expresividad y carácter a los vinos.
