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La acelga es una planta de raíz con hojas anchas y muy alargadas y el color de su hoja varia en distintos tonos verdes, desde pálido, amarillo y verde claro hasta verde o rojo oscuro. Se come tanto la hoja, como la penca o parte blanca. El sabor de la acelga se asemeja al sabor de las espinacas, aunque el de la acelga es más intenso.
Propiedades y beneficios:
Las acelgas contienen Vitamina C y K, es una buena fuente de fibra y un potente antioxidante. Contiene bastante potasio y mucho hierro. Tienen muy pocas calorías y mucha fibra, lo que hace que favorezca nuestro proceso de digestión y el tránsito intestinal. Nos ayudan con nuestro sistema inmunológico, pero también son buenas para nuestra piel. Al contener hierro es recomendable para las personas con anemia. Al aportar gran cantidad de calcio son buenas para nuestra salud ósea.
Información nutricional por cada 100gr:
Proteínas: 1,80 grs
Carbohidratos: 3,74 grs
Fibra: 1,6 grs
Calcio: 51 mg
Hierro: 1,80 mg
Magnesio: 81 mg
Fósforo: 46 mg
Potasio: 379 mg
Sodio: 213 mg
Zinc: 0,36 mg
Vitamina C: 30 mg
Conservación y trucos:
Como casi todas las verduras de hoja, su vida es muy corta por lo que conviene consumirlas de 1 a 2 días. Lo ideal es guardarlas en la nevera dentro de un recipiente con papel de cocina húmedo o rociando el recipiente con una gotas de agua, así evitarás que se pongan mustias enseguida.
Receta y usos en la cocina:
La forma más habitual de consumir esta verdura es hervida, acompañada de una patata cocida y AOVE. Pero hay otra forma de hacerlas también muy conocida, que es rehogándolas con patatas y pimentón y si le quieres dar un toque especial, añade piñones