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¿Alguna vez te has preguntado cómo se alimentaban nuestros antepasados? La respuesta es que de forma muy diferente a la que lo hacemos ahora. Entonces se consumían otros alimentos, otras elaboraciones. Además, alimentos que hoy en día consideramos como comestibles, en su momento comenzaron siendo medicina. Si quieres descubrir algunos de ellos sigue leyendo.
Ketchup
Quizás pienses que el ketchup ha estado siempre elaborado con tomate y pensado para darle sabor a las deliciosas hamburguesas o patatas fritas. Pero la realidad no es esa. Su origen no va de la mano de la comida basura sino todo lo contrario. Es uno de los alimentos que se creó como una medicina.
Su origen se sitúa en China en el siglo XVII. Sin embargo, el ketchup no era ni mucho menos como o concebimos ahora. Estaba hecho de pescado en escabeche mezclado con especias. Su nombre original chino era kôechoiap, que terminó derivando en ketchup.
Durante muchos años el ketchup se comercializó como una medicina capaz de curar todos los males. Sin embargo, el ketchup elaborado con tomate como lo conocemos hoy lo elaboró por primera vez Sandy Addison en 1801, aunque no se popularizó hasta 1822, cuando William Underwood creó una empresa de condimentos en Boston y comenzó a distribuirlo. Antes de popularizarlo, en Inglaterra por ejemplo se pensaba que era un tomate venenoso.
En 1987, Archibald Miles empezó a promocionar el ketchup como un alimento medicinal que era saludable y necesario en el día a día. Se vendía como un compuesto de extracto de tomate que podía curar desde la calvicie hasta el pie de atleta. Por supuesto esto no era una realidad y el mito de las propiedades curativas del ketchup se fue olvidando. Años más tarde en 1998, F.J. Heinz empezó a comercializar su marca de ketchup resaltando y publicitando las propiedades antioxidantes de este alimento. Se decía que reducía el colesterol e incluso el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer de próstata.
Pan mohoso
Hoy en día, cuando un alimento se estropea lo primero que hacemos es tirarlo a la basura. En ningún momento pensamos en consumirlo si sus condiciones de conservación no son las adecuadas. Sin embargo, en el pasado esto no ocurría.
El pan ha estado siempre muy ligado a la historia de la medicina. En la antigüedad no se desperdiciaba ni una miga aunque el pan estuviese duro o mohoso. ¿Cuál es el motivo? Antes de que se descubriera la penicilina, se utilizaba el moho del pan como un antibiótico.
Hace más de 2000 años en China, Grecia, Serbia o Egipto se consumía pan en malas condiciones para tratar heridas infectadas. Hay fuentes que indican que los soldados griegos cuando partían hacia la contienda llevaban pan mohoso para curarse las posibles heridas que pudieran hacerse. Lo hacían presionando la miga del pan mohoso con la piel.
En Egipto, lo que también se utilizaba era la corteza del pan para curar las infecciones del cuero cabelludo, muy habituales en esta civilización ya que era habitual el uso de pelucas de mala calidad con las que se podían hacer cortes y rozaduras.
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Coca-cola
La Coca-cola es probablemente el refresco más famoso del mundo. Se vende en la mayoría de países del planeta y genera verdaderos fans y adeptos. Se trata de una bebida carbónica de color oscuro que combina con casi todos los platos que puedas imaginar.
Sin embargo, lo que mucha gente no sabe de esta bebida es que antes se utilizaba como un fármaco. John Pemberton fue su creador en 1886. Trabajaba en la farmacia Jacobs en Atlanta, Georgia. Mezclando hojas de coca y semillas de cola creó este líquido que en un comienzo se destinó a aliviar el dolor de cabeza y calmar la sed. El que le dio el nombre de Coca-Cola fue Frank Robinson. Y no solo nombre, también diseño y marca. En ese momento comenzó a distribuirse como bebida y no como medicamento.
¿Y qué es lo que hace realmente a la Coca-cola especial? Su receta es secreta: se conocen sus ingredientes pero no la proporción en la que se mezclan. La Coca-cola lleva aceites de vainilla, limón, naranja y azúcar. En Argentina y Estados Unidos también sen endulza con jarabe de maíz. También contiene cafeína, un estimulante suave. El problema de este refresco es que contiene mucho azúcar y puede crear adicción.
Si quieres que hagamos posts similares en los que te hablemos de alimentos que en su día fueron medicina, puedes hacérnoslo saber a través de los comentarios. Recuerda que siempre puedes hacerte con estos productos en mentta, el marketplace de alimentación de referencia. Aunque no los utilices como medicina, siempre podrás disfrutar de su sabor delicioso.