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¿Alguna vez te has preguntado cuántos productos de los que consumimos contienen aceite de palma? Lo cierto es que más de la mitad de los artículos alimenticios y cosméticos que tenemos en el hogar. Debido a su bajo coste, numerosas marcas deciden utilizarlo como grasa vegetal, por lo que este aceite aparece en la mayoría de las etiquetas de los productos que consumimos.
¿Qué es el aceite de palma?
El aceite de palma es una grasa vegetal, al igual que el aceite de oliva o el de coco, presente en numerosos productos (1 de cada 2 productos del supermercado según El Confidencial) como velas, cremas y productos alimenticios. Sin embargo, este aceite era un desconocido hasta hace relativamente poco tiempo por la mayoría de la población. Procede de la palma aceitera, una planta de grueso tronco, bastante altura y hojas pesadas. El aceite se extrae de sus frutos rojos. Los daños medioambientales que produce y su alto riesgo para la salud, han desatado la alarma.
Problemas medioambientales
Los problemas derivados de esta grasa, no dejan de generar controversia. La deforestación de espacios autóctonos para la plantación de palmas o la destrucción del hábitat de los orangutanes son algunas de las consecuencias medioambientales subrayadas por organizaciones como Green Peace.
¿Cuánto le cuesta al planeta producir esta grasa? Cada año se talan miles de árboles de bosques tropicales para dejar paso a las plantaciones de palma. En las últimas décadas se han extendido con gran rapidez por el Sudeste Asiático y América Latina. También se queman muchos de estos bosques destruyendo no solo la flora autóctona sino las vidas de miles de animales. Es el caso de los orangutanes, que o mueren durante la tala y quema de bosques o se ven obligados a huir siendo víctimas de mafias y tráfico de animales.
Países como Malasia e Indonesia son los principales productores de aceite de palma del mundo al mismo tiempo que se consideran los pulmones del planeta por sus enromes zonas verdes. Sin embargo, según hazte la lista, se estima que en 15 años el 95% de estos bosques habrán desaparecido.
Las consecuencias medioambientales de la producción del aceite de palma no solo pasan por la deforestación de los bosques. Los numerosos incendios ocurridos en Indonesia en 2015 hicieron que los bosques de Sumatra que antes liberaban oxígeno comenzasen a liberar dióxido de carbono, aumentando los niveles de contaminación y poniendo a Indonesia en cabeza en el ranking de países productores de gases de efecto invernadero, según el diario.es.
Coste humano
El coste humano que la producción de aceite de palma deja en los países exportadores también es importante. Los habitantes de las regiones productoras habitualmente sucumben al negocio de la palma, trabajando para las mafias que lo controlan. Otras veces, se resisten sin éxito.
En el primer caso estarán destinados a una situación muy precaria. La explotación de personas está a la orden del día en este tipo de industrias. También la explotación infantil, ya que supone una mano de obra muy barata. De hecho, muchos trabajadores no llegan al salario mínimo si es que lo cobran. Los derechos de los trabajadores se ven mermados o son inexistentes, llegando a unas condiciones laborales de verdadera esclavitud. Algunos respiran aire contaminado por los pesticidas con los que se rocían las palmas, llegándoles a provocar serios problemas de salud.
En el segundo caso, si se resisten, estarán destinados a abandonar sus hogares, comunidades y pueblos, dejando paso a estas plantaciones de cultivo de palma.
Consecuencias para la salud
Hace dos años, marcas como Hero Baby o Nutella desataron la polémica. Slogans como “La Nutella Provoca Cáncer” puso en el punto de mira a las empresas que usaban aceite de palma. Hoy en día, algunas de estas marcas han eliminado esta grasa de su producción y lo indican expresamente en el etiquetado.
Pero, ¿cuál es el problema que concierne a nuestra salud? ¿Es realmente el aceite de palma un peligro? ¿En qué cantidades? El punto de mira está en los lípidos. El aceite de palma está compuesto en su mayoría por ácidos grasos saturados. Son grasas “malas” que pueden producir problemas metabólicos como la diabetes, colesterol y problemas cardiovasculares.
Además, según el comidista, se encuentra presente en la mayoría de productos procesados. Es este procesamiento el que hace que se modifiquen los valores nutricionales del ácido palmítico (presente en el aceite de palma) y que aumenten los compuestos cancerígenos. Sin embargo, tampoco se puede afirmar con rotundidad una relación directa entre el cáncer y el aceite de palma. Según Gloria Pascual, del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona, para el diario El Mundo, “el ácido palmítico es su componente mayoritario, pero no es exactamente lo mismo, puesto que el aceite de palma presenta otros ácidos grasos en su composición”.
Rentabilidad económica
¿Por qué si es tan malo, las empresas siguen utilizándolo en sus procesos de producción? Porque es muy barato, permite a las empresas reducir costes de producción y así aumentar sus beneficios. De hecho, es mucho más barato que otros aceites como el de coco o el de oliva, por lo que se prima la rentabilidad a la ética. Además, se conserva muy bien a temperatura ambiente, por lo tanto es muy útil como ingrediente.
Aunque el coste humano del aceite de palma es importante, también hay que señalar que su producción ha sacado de la pobreza a muchísimos habitantes, creando miles de puestos de trabajo, independientemente de las condiciones.
¿Es el boicot al aceite de palma una solución?
La Unión Europea no importa muchas cantidades de aceite de palma. Por ejemplo, Holanda y Alemania son los mayores compradores. Desde el punto de vista mundial y según la Jefa de Cancillería de la Embajada de Malasia en España, las mayores exportaciones que se hacen desde Malasia van a China, a la que siguen de cerca India, Mozambique o Arabia Saudí.
En España, la importación de aceite de palma no es muy relevante debido al alto consumo de aceite de oliva, uno de sus principales competidores. Otro de los motivos por los que España no importa tanto aceite de palma son las campañas contra la producción establecidas por las autoridades Europeas. La UE obliga a poner en el etiquetado el tipo de aceite para que de de palma no se camufle bajo el nombre de un aceite vegetal.
Si Europa decidiese hacer boicot al aceite de palma prohibiendo su uso, habría grandes consecuencias para los países productores, pero no tantas como si China dejara de importar. El boicot a esta industria tampoco tiene mucho sentido. Generaría efectos negativos en la economía de los países productores, que por lo general, están en vías de desarrollo. Además encarecería el precio de los productos que consumimos a diario.
“En la dosis está el veneno”
Lo más recomendable es reducir el consumo de productos con aceite de palma de forma progresiva. También exigir a las empresas que detallen en el etiquetado la procedencia de los aceites que utilizan. Como indica Miguel Ángel Soto de Green Peace, hay que caminar hacia una producción sostenible. De esta manera se reducirían considerablemente los problemas medioambientales, al igual que el coste humano y la explotación laboral.
No podemos hacer un listado de los productos, alimenticios y de cosmética, que contienen aceite de palma porque sería interminable. Sin embargo, sí te podemos decir que algunos supermercados ya están trabajando en esta línea sostenible. Eroski o Alcampo retiraron del mercado en 2017 sus productos de marca blanca que contenían aceite de palma.
En mentta tenemos muchas alternativas al aceite de palma. ¿Quieres conocerlas?:
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