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Artuke La Condenada es mucho más que un vino: es la recuperación de una viña casi olvidada, situada en una ladera pedregosa de Baños de Ebro, en plena Rioja Alavesa, y cultivada siguiendo principios de agricultura sostenible.
Su nombre hace honor a la dificultad de trabajar esta parcela, "condenada" por su baja productividad, pero que encierra un tesoro vitícola.
Este vino de producción extremadamente limitada está elaborado principalmente con Tempranillo, acompañado de pequeñas proporciones de otras variedades autóctonas como Graciano, Garnacha y Palomino. Fermenta en tinas de madera y se cría en barricas de roble francés de gran formato, buscando siempre preservar la expresión más pura del viñedo.
Color rojo cereza brillante, con reflejos granates. Limpio, de capa media y lágrima elegante.
Intensidad aromática alta. Notas finas de fruta roja fresca (fresa silvestre, cereza), flores azules, especias suaves (clavo, pimienta blanca) y un fondo de grafito y tierra seca que refleja su origen pedregoso. Toques sutiles de crianza perfectamente integrados, sin enmascarar la expresión varietal.
Entrada delicada y fresca. Paso por boca sedoso, con taninos muy pulidos y gran equilibrio. Destaca su elegancia, mineralidad y una acidez viva que le augura una excelente evolución en botella. Final largo, con recuerdos de fruta, flores y notas salinas.
Artuke La Condenada es mucho más que un vino: es la recuperación de una viña casi olvidada, situada en una ladera pedregosa de Baños de Ebro, en plena Rioja Alavesa, y cultivada siguiendo principios de agricultura sostenible.
Su nombre hace honor a la dificultad de trabajar esta parcela, "condenada" por su baja productividad, pero que encierra un tesoro vitícola.
Este vino de producción extremadamente limitada está elaborado principalmente con Tempranillo, acompañado de pequeñas proporciones de otras variedades autóctonas como Graciano, Garnacha y Palomino. Fermenta en tinas de madera y se cría en barricas de roble francés de gran formato, buscando siempre preservar la expresión más pura del viñedo.
Color rojo cereza brillante, con reflejos granates. Limpio, de capa media y lágrima elegante.
Intensidad aromática alta. Notas finas de fruta roja fresca (fresa silvestre, cereza), flores azules, especias suaves (clavo, pimienta blanca) y un fondo de grafito y tierra seca que refleja su origen pedregoso. Toques sutiles de crianza perfectamente integrados, sin enmascarar la expresión varietal.
Entrada delicada y fresca. Paso por boca sedoso, con taninos muy pulidos y gran equilibrio. Destaca su elegancia, mineralidad y una acidez viva que le augura una excelente evolución en botella. Final largo, con recuerdos de fruta, flores y notas salinas.