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Es la de toda la vida, pero no por ello ni mejor ni peor. La cebolla amarilla es una variedad de cebolla seca y de sabor intenso, lo que la hace perfecta para asados y salsas Su aspecto va desde el amarillo al marrón. Suelen estar disponibles todo el año. Es la cebolla más utilizada en la cocina y dependiendo de cuando se haya recolectado podrá tener un sabor más o menos picante.
Propiedades y beneficios:
Las cebollas amarillas son ricas en vitamina B6 y flavonoides, lo que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Es un alimento con fibra, con bajo valor calórico y un gran antioxidante gracias a su contenido en vitamina A y C y a un compuesto llamado quercitina, que es más potente que la vitamina E. Es rica en compuestos de azufre. Al estar compuesta del 89% agua, hace que sea un alimento muy ligero. Estimula el apetito y regulariza las funciones del estómago. Es diurética, y cardiosaludable. Gracias a su contenido en cromo es antidiabética.
Valor nutricional por cada 100gr:
Calorías 40.0 kcal
Agua 89.11 g
Hidratos de carbono 9.34 g
Proteínas 1.1 g
Grasa total 0.1 g
Conservación y trucos:
Son las que más duran y para que aguanten más, lo mejor es retirar la primera capa, ya que es una capa seca. No las guardes en bolsas de plástico. Almacénalas en un lugar fresco y seco y que esté bien ventilado. Si es un lugar frío se pudren y si es demasiado caliente, hará que germinen. Como este tipo de cebolla suele picar, si lo que quieres es reducir ese picor, puedes escaldarlas y enfriarla o ponerla en sal durante unas horas, esto hará que disminuya su picor.
Receta y usos en la cocina:
La cebolla amarilla es la base de nuestra cocina, la usamos para sofritos, guisos, cremas, encurtida, frita. Incluso asada estará deliciosa.