Mis cestas
Aún no tienes nada en tu carrito de la compra
Mis cestas
Aún no tienes nada en tu carrito de la compra
Aún no tienes nada en tu carrito de la compra
Aún no tienes nada en tu carrito de la compra
{{getOldPrice()}}{{getPrice()}}
¡ Comprando este producto consigues {{calculatedProductMenttos()}} menttos !
El Comtes de Champagne Blanc de Blancs , la expresión más perfecta del estilo de la Casa Taittinger, es un cuvée millésimée, elaborado con un 100 % de uvas blancas de las viñas de los 5 viñedos de Grands Crus de Chardonnay.
El Comtes de Champagne Grands Crus Blanc de Blancs , la expresión más perfecta del estilo de la Casa Taittinger, es un cuvée millésimée, elaborado con un 100 % de uvas blancas de las viñas de los 5 viñedos de Grands Crus de Chardonnay (Avize, Chouilly, Cramant, Oger, Mesnil-sur-Oger).
Este cuvée se elabora únicamente con el vino del primer prensado. Una pequeña proporción del ensamblaje (5 %) añeja en barrica de roble nueva, matizando así la armonía del conjunto de notas tostadas tan delicadas.
Con estos chardonnays, que son la joya de estos terrenos, Taittinger se muestra paciente, ya que el Comtes de Champagne Blanc de Blancs espera 10 años en las galerías de piedra caliza de Saint-Nicaise hasta poder salir a la luz y deleitar los paladares.
Su tono dorado y brillante con reflejos verdes es surcado por un cordón de burbujas finas y constantes, característico de Chardonnay.
La nariz, expresión auténtica del suelo caliza del que proviene, nos ofrece una impresión muy ligera y una tensión delicada. A la vez cincelada, compleja y bien conservada, la nariz de esta añada 2008 nos transporta a los aromas de la pera, el limón verde, la pimienta blanca y la flor del naranjo hábilmente maridados con ligeras notas tostadas y de regaliz.
En boca, el ataque es vivo, de una gran finura aromática que nos transporta a una tensión y una mineralidad constantes. La sensación luego es de un frescor complejo y suave que se hace notable, un equilibrio perfecto entre la madurez y la redondez.
El final constituye un buen equilibrio entre la finura y la concentración: los aromas de las frutas blancas, del pomelo, de la menta sobre un final delicado de miel.
