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Maxime Graillot Crozes-Hermitage Domaine de Lises es un vino tinto del norte del Ródano elaborado íntegramente con uvas Syrah de viñedos seleccionados en la denominación Crozes-Hermitage.
Maxime Graillot Crozes-Hermitage Domaine de Lises es un vino tinto del norte del Ródano elaborado íntegramente con uvas Syrah de viñedos seleccionados en la denominación Crozes-Hermitage. Refleja el carácter auténtico de esta zona, combinando frescura, pureza frutal y la elegancia mineral propia de los suelos aluviales y arcillo-calcáreos. El proyecto de Maxime Graillot, hijo del reconocido Alain Graillot, se centra en una viticultura precisa y respetuosa, que da como resultado un vino expresivo, equilibrado y con gran capacidad de evolución en botella.
A la vista presenta un color rojo violáceo profundo y brillante.
En nariz ofrece aromas intensos de frutas negras maduras como mora y ciruela, acompañadas de notas de violeta, pimienta negra, especias finas y un sutil fondo mineral.
En boca es estructurado y elegante, con taninos firmes y pulidos, acidez fresca y una textura sedosa que realza su equilibrio. El final es largo y persistente, con recuerdos frutales y especiados que subrayan su origen en Crozes-Hermitage.
Maxime Graillot Crozes-Hermitage Domaine de Lises es un vino tinto del norte del Ródano elaborado íntegramente con uvas Syrah de viñedos seleccionados en la denominación Crozes-Hermitage.
Maxime Graillot Crozes-Hermitage Domaine de Lises es un vino tinto del norte del Ródano elaborado íntegramente con uvas Syrah de viñedos seleccionados en la denominación Crozes-Hermitage. Refleja el carácter auténtico de esta zona, combinando frescura, pureza frutal y la elegancia mineral propia de los suelos aluviales y arcillo-calcáreos. El proyecto de Maxime Graillot, hijo del reconocido Alain Graillot, se centra en una viticultura precisa y respetuosa, que da como resultado un vino expresivo, equilibrado y con gran capacidad de evolución en botella.
A la vista presenta un color rojo violáceo profundo y brillante.
En nariz ofrece aromas intensos de frutas negras maduras como mora y ciruela, acompañadas de notas de violeta, pimienta negra, especias finas y un sutil fondo mineral.
En boca es estructurado y elegante, con taninos firmes y pulidos, acidez fresca y una textura sedosa que realza su equilibrio. El final es largo y persistente, con recuerdos frutales y especiados que subrayan su origen en Crozes-Hermitage.