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Glenmorangie Altus 25 Años es un whisky escocés de malta excepcional que destaca por su elaboración meticulosa y por un envejecimiento prolongado que potencia su complejidad y su profundidad aromática.
Procedente de una de las destilerías más reconocidas de las Highlands, ofrece un perfil sofisticado, equilibrado y cargado de matices, ideal para quienes buscan un destilado exclusivo y de gran personalidad.
Su combinación de maltas seleccionadas, barricas nobles y técnicas artesanales tradicionales da como resultado un whisky refinado, elegante y con una estructura sensorial extraordinaria. Es una opción perfecta para coleccionistas, amantes del single malt de alta gama y degustaciones que requieren un producto singular y de calidad superior.
A la vista muestra un color ámbar profundo y brillante, con reflejos dorados que evidencian su larga maduración.
En nariz ofrece una complejidad notable, con aromas de fruta madura, miel, vainilla, cítricos confitados, especias dulces y finos matices de madera noble que aportan profundidad.
En boca es sedoso y envolvente, con una textura rica y equilibrada que despliega notas de caramelo, frutos secos tostados, chocolate, melaza y un delicado toque especiado. El final es largo, cálido y armonioso, con una persistencia elegante que deja recuerdos dulces y ligeramente afrutados.
Glenmorangie Altus 25 Años es un whisky escocés de malta excepcional que destaca por su elaboración meticulosa y por un envejecimiento prolongado que potencia su complejidad y su profundidad aromática.
Procedente de una de las destilerías más reconocidas de las Highlands, ofrece un perfil sofisticado, equilibrado y cargado de matices, ideal para quienes buscan un destilado exclusivo y de gran personalidad.
Su combinación de maltas seleccionadas, barricas nobles y técnicas artesanales tradicionales da como resultado un whisky refinado, elegante y con una estructura sensorial extraordinaria. Es una opción perfecta para coleccionistas, amantes del single malt de alta gama y degustaciones que requieren un producto singular y de calidad superior.
A la vista muestra un color ámbar profundo y brillante, con reflejos dorados que evidencian su larga maduración.
En nariz ofrece una complejidad notable, con aromas de fruta madura, miel, vainilla, cítricos confitados, especias dulces y finos matices de madera noble que aportan profundidad.
En boca es sedoso y envolvente, con una textura rica y equilibrada que despliega notas de caramelo, frutos secos tostados, chocolate, melaza y un delicado toque especiado. El final es largo, cálido y armonioso, con una persistencia elegante que deja recuerdos dulces y ligeramente afrutados.