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El fruto (higo) una vez madurado y desecado en el árbol cae por su propio peso al suelo, de donde es recogido por el agricultor y trasladado a los sequeros. El proceso de desecación consiste en reducir considerablemente el contenido de agua del higo fresco, de forma que se obtiene un producto con un largo período de conservación.

Estos higos se presentan aplastados, y de color gris violeta o pardo y con una pulpa amarillenta y viscosa en su interior.

Tiene un olor y sabor muy aromáticos, es dulce y posee una textura mucilaginosa.

Origen: Turquia

Envase: 300 gramos en cómoda bandeja de plástico.

Proporcionan 6 veces más energía que los frescos, además la deshidratación concentra los nutrientes convirtiéndolos en una fuente rica en vitaminas A, B y C, minerales como el potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio. Son ricos en hidratos de carbono (sacarosa, fructosa y glucosa) y en fibras solubles (pectina) e insoluble. Entre sus beneficios destacan: favorece la digestión y el tránsito intestinal, estimula la eliminación de líquidos, tonificación del sistema nervio-muscular y fortalece el sistema inmunitario.