{{getOldPrice()}}{{getPrice()}}
Descubre el Krug Clos d'Ambonnay 2006 Estuche, una joya rara en el mundo del champagne. Este prestigioso champagne proviene de un único viñedo, el Clos d'Ambonnay, famoso por su terroir excepcional y su meticulosa vinificación.
Descubre el Krug Clos d'Ambonnay 2006 Estuche, una joya rara en el mundo del champagne. Este prestigioso champagne proviene de un único viñedo, el Clos d'Ambonnay, famoso por su terroir excepcional y su meticulosa vinificación.
El año 2006 se caracterizó por ser especialmente cálido en la región de Champaña, alcanzando temperaturas extremas con 23 días superando los 30°C. Fue un año de clima impredecible, alternando entre períodos secos y episodios de intensas lluvias; en agosto, se registraron dos meses de precipitaciones en tan solo dos semanas.
Sin embargo, el sol regresó a tiempo para asegurar un excelente final de maduración, culminando en una cosecha espléndida. Las uvas alcanzaron un equilibrio comparativo al de los destacados años 2002 y 1989, ambos reconocidos por su belleza y abundancia.
La vendimia en el Clos d'Ambonnay se realizó el 21 de septiembre de 2006, con uvas en perfecto estado sanitario y de gran concentración. Tras más de 15 años en las bodegas de Krug, el Krug Clos d'Ambonnay 2006 exhibe una finura excepcional. Al igual que otros champagnes de Krug, se espera que el Krug Clos d'Ambonnay 2006 continúe evolucionando y ganando complejidad con el tiempo.
Su limitada producción y su origen singular hacen de este champagne un objeto de deseo para coleccionistas y conocedores. Ideal para ocasiones muy especiales o como una inversión en una pieza de coleccionismo de vinos excepcional.
Al observarlo, se aprecia un color dorado brillante y radiante.
En la nariz, se despliegan aromas de manzana caramelizada, licor y avellana, que evolucionan hacia naranjas amargas y dátiles con una expresión elegante y un equilibrio perfecto.
En el paladar, la estructura seductora presenta notas intensas de almendra, sabores tostados, praliné y ralladura de limón, complementados por un amargor refinado y una sensación tanto aireada como plena. El final, marcado por notas de grosellas, invita a continuar degustando.