Nos decidimos a tomar este camino con el deseo de cumplir un sueño, compartir con todo el mundo la experiencia heredada de una larga tradición familiar.
El reto de crear Marcelino Ibéricos surge del espíritu inquieto que transmite Marcelino, él, con la sonrisa que dibuja en su cara cuando habla de sus cerdos, transmite su esencia e ilusión a este proyecto, hoy en día, a sus 84 años se levanta cada mañana a las seis y media para recorrer los 156 kilómetros que separan su hogar de la hermosa Dehesa Boyal y allí coordina personalmente todas las labores, cuidados y atenciones que reciben sus cerdos Ibéricos.
Contagiados del espíritu de su alegría y su impulso, nosotros, sus hijos, nos hemos involucrado de lleno para lograr el objetivo de convertir su sueño en realidad, para hacer tangible, ese sueño que pocas veces imaginamos.
En esta familia, siempre hemos estado unidos por el trabajo y el esfuerzo continuo, llevamos toda la vida celebrando disfrutando estas tradiciones y ahora queremos compartir contigo estas delicias.
Todos los procesos que seguimos en elaboración de nuestros Ibéricos son totalmente artesanales, desde la crianza de los cerdos en libertad, pasando por su alimentación de nuestra propia molienda de trigo y cebada, las Bellotas de la época de la montanera que les profieren el sabor tan característico a los Ibéricos, hasta el sazonamiento final de las carnes antes de la curación, Todo sigue un proceso casero como el de antes, el de nuestras abuelas.
A nosotros junto con equipo de Marcelino Ibéricos nos supone una enorme satisfacción, poder proporcionate y ofrecerte lo mejor de nosotros, esto incluye nuestros productos y atención además nos encanta acercarte a formar parte activa y continua de nuestras mejores tradiciones.
Desde Marcelino Ibéricos deseamos de todo corazón que puedas disfrutar los exquisitos Embutidos Ibéricos que hemos elaborado con tanto mimo.