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Ojo de Tigre Mezcal Reposado: Un Tesoro de Oaxaca

Origen y Elaboración:

Ojo de Tigre es un mezcal artesanal originario de Oaxaca, México, una región famosa por su rica tradición mezcalera. Este mezcal se elabora principalmente con agave espadín, una de las variedades más utilizadas debido a su disponibilidad y su sabor versátil.
El proceso comienza con la cosecha del agave espadín, que suele madurar entre 7 y 10 años. Una vez que las plantas alcanzan la madurez, se cortan las hojas para obtener las piñas (el corazón del agave). Las piñas se cuecen en hornos de piedra cónicos, tradicionalmente enterrados y alimentados con madera, lo que infunde al agave un característico sabor ahumado. Después de la cocción, las piñas se trituran para extraer el jugo y las fibras del agave. Este proceso puede realizarse con una tahona, una gran piedra de molino que es arrastrada por bestias de carga o, en algunos casos, de manera mecánica.
El jugo y las fibras del agave triturado se trasladan a tinas de madera, donde se dejan fermentar de manera natural, utilizando levaduras autóctonas que se encuentran en el ambiente. Esta fermentación puede durar de varios días a semanas, dependiendo de las condiciones climáticas. Una vez completada la fermentación, el líquido resultante se destila, generalmente en alambiques de cobre. El mezcal Ojo de Tigre se somete a una doble destilación para purificar y concentrar sus sabores. A diferencia del mezcal joven (blanco), el Ojo de Tigre Reposado se envejece en barricas de roble durante un período que varía, pero suele ser de varios meses hasta un año. Este proceso de añejamiento le otorga una mayor complejidad y suavidad, con notas adicionales aportadas por la madera.

Notas de Cata:

Ojo de Tigre Reposado se distingue por sus suaves notas ahumadas combinadas con toques de vainilla, caramelo, y frutos secos derivados del añejamiento en barrica. Presenta un equilibrio perfecto entre el sabor del agave espadín y las influencias del roble, creando un perfil gustativo rico y complejo.

Maridaje:

Este mezcal reposado es versátil en su maridaje. Algunas sugerencias incluyen carnes asadas, ya que las notas ahumadas del mezcal complementan perfectamente los sabores intensos de carnes a la parrilla, como un buen corte de res o cordero. También se puede maridar con quesos añejos como el Manchego, el Gouda añejo o un buen queso Oaxaca, que resaltan las cualidades del mezcal. Un maridaje sorprendente es con chocolate oscuro, donde los sabores amargos y ricos del chocolate negro realzan las notas de caramelo y vainilla del mezcal. Las frutas cítricas, como la naranja o el pomelo, tanto en rodajas como en preparaciones más elaboradas, pueden equilibrar y realzar los matices del mezcal.
Disfrutar del Ojo de Tigre Reposado es sumergirse en una experiencia sensorial que celebra la herencia cultural y los métodos tradicionales de Oaxaca, ofreciendo una bebida que es tanto un deleite para el paladar como un homenaje a la tierra y a la artesanía mexicana.