El Oloroso Fernando de Castilla es un vino generoso de Jerez, específicamente un oloroso envejecido bajo el sistema de soleras. Este vino se caracteriza por su intenso aroma a frutos secos, como nuez, avellanas, y almendras, con toques de pasas, madera, especias y un ligero toque a café tostado. En boca, presenta una estructura compleja y seco, con una gran profundidad y cuerpo, y una larga persistencia. Su color es un ámbar oscuro con tonos dorados. El proceso de crianza, sin flor (levadura natural), le otorga una mayor oxidación, lo que resalta sus sabores de frutos secos y madera. Es un vino que se disfruta a temperaturas frescas, generalmente entre 16 y 18 grados Celsius.