Envío sólo Comunidad de Madrid
Origen: Comunidad de Madrid.
Se le ha considerado un despojo, pero nada que ver, ya que se ha convertido en un plato muy presente en nuestra gastronomía. Su textura es cartilaginosa. La oreja de cerdo la podemos encontrar durante todo el año. Antiguamente era una opción muy económica, en épocas de hambruna, de ahí que sea un plato muy conocido y consumido por los mayores. Las solemos encontrar frescas, cocidas o saladas.
Valor nutricional por cada 100 gramos:
Ácidos Grasos Saturados 5.5 g
Ácidos Grasos Monoinsaturados 7.1 g
Ácidos Grasos Polinsaturados 1.8 g
Colesterol 82.0 mg
Calcio 21.0 mg
Hierro 2.4 mg
Conservación y trucos:
En la nevera y respetando su consumo preferente. Son aptas para congelación también. Hay que lavarlas y quemar los pelos con un mechero o soplete.
Receta y usos en la cocina:
Antes de empezar a cocinar hay que cocinarlas durante 2 horas con una hoja de laurel y se puede añadir zanahoria, pimiento rojo. En algunas regiones la oreja de cerdo se suele incluir en los guisos o cocidos, también se puede hacer a la plancha; una vez cocida si la has comprado fresca, la dejamos escurrir para que esté bien seca. En un recipiente mezclamos 4 cucharadas de aceite de oliva con una de pimentón y la mezclas con la oreja. Hay que guardarlo en la nevera o durante toda la noche o un mínimo de 4 horas. Transcurrido el tiempo, calienta bien una sartén y dora la oreja.