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Detalle de cada combinación:
El pisto manchego, una joya de la cocina española, es un guiso de verduras que encapsula los sabores del Mediterráneo, ofreciendo una experiencia culinaria tanto rústica como refinada. Originario de la región de Castilla-La Mancha, este plato se compara a menudo con el ratatouille francés, pero tiene sus propias características únicas y una rica historia cultural.
Se prepara con una base de verduras frescas, incluidos tomates, pimientos, cebollas, calabacines y, opcionalmente, berenjenas, cocinadas lentamente en aceite de oliva virgen extra. La receta tradicional puede variar ligeramente de una casa a otra, reflejando la disponibilidad de ingredientes locales y las preferencias personales.
Excelente plato preparado de gran calidad de pisto manchego. ¡El original!, preservando la receta tradicional
¡Calentar y servir!. Ahorra tiempo y dinero en la preparación de pisto manchego. Evita mermas, mal cocina, una buena opción para no cocinar y para negocios de hostelería.
Ingredientes
Pimiento rojo (22,5%), pimiento verde (22,5%), tomate, aceite, cebolla, sal y azúcar.
Características
Plato cocinado en conserva. Producto sometido al proceso térmico de esterilización. Elaborado a base de tomate, pimiento y otros vegetales.
Caducidad
6 años.
Conservación
Mantener en un lugar fresco y seco.
Nutrición
Valores por cada 100 gr
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La preparación comienza con la cuidadosa selección de los vegetales, que se cortan en cubos pequeños y se saltean gradualmente para desarrollar profundidad de sabor. A menudo se comienza por cocinar las cebollas hasta que estén transparentes, seguidas por los pimientos, y finalmente se agregan el resto de verduras junto con los tomates pelados y picados, que forman una salsa rica y aromática. Algunas versiones incluyen hierbas como el tomillo, el romero y el orégano, y especias como el comino, para añadir capas adicionales de sabor. Además, hay quien opta por incorporar un toque de azúcar para equilibrar la acidez de los tomates.
Este plato se puede personalizar de diversas maneras. Por ejemplo, se puede preparar una versión vegana simplemente omitiendo el queso, o para aquellos que buscan un toque picante, se pueden añadir pimientos picantes como el jalapeño en lugar de los pimientos tradicionales. El pisto manchego se sirve típicamente caliente, pero también es delicioso frío, lo que lo hace versátil para diferentes estaciones y ocasiones.
El pisto manchego se puede disfrutar de varias maneras, reflejando la flexibilidad de la cocina española para adaptarse a diferentes gustos y situaciones. A menudo se sirve como plato principal, acompañado de un huevo frito encima (pisto con huevo) o con una guarnición de jamón curado español, como el ibérico o el serrano, e incluso chorizo.
También es común espolvorear queso manchego rallado sobre el pisto antes de servirlo, lo que añade un sabor intenso y una textura rica que complementa perfectamente la mezcla de verduras. Para una experiencia completa, se recomienda acompañarlo con una rebanada de pan baguette fresco o pan rústico, ideal para absorber la salsa sabrosa.
La clave para un pisto manchego excepcional reside en la calidad de los ingredientes y la paciencia en la cocción. Se aconseja elegir verduras frescas y maduras para asegurar el mejor sabor y textura. Además, es crucial no cocinar en exceso las verduras para evitar que se vuelvan demasiado blandas y perder su estructura. Cortar las verduras en cubos de un tamaño uniforme no solo contribuye a una presentación atractiva, sino que también asegura una cocción uniforme.
El pisto manchego no es solo un reflejo de la cocina tradicional española, sino también una expresión de la importancia de la comida como parte de la cultura y la vida cotidiana en España. Es un plato que invita a experimentar, adaptar y compartir, ofreciendo un vínculo con la historia y la gastronomía de una de las regiones más emblemáticas de España