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Monjamon es la evolución de Don Ibérico, ofreciendo una amplia variedad de productos gourmet además de jamón ibérico.
Descubre sus delicias en la tienda y disfruta de una experiencia culinaria única.
¡No te lo pierdas, pruébalo ya!
Dos años de catas, pruebas y algún que otro “¡esto todavía no!” dan vida a esta joya: queso de oveja curado fusionado con un 1 % de trufa italiana 100 % natural. Ni aceites sintéticos ni aromas de laboratorio—solo la química real entre la potencia láctea y el perfume terroso que brota del subsuelo piamontés.
La pasta, firme y compacta, luce marfil veteado por delicados puntos negros: trocitos de trufa que se integran sin estridencias. Por fuera, corteza pardo-oscura con pleita bien marcada, bañada en paciencia. Al corte desprende un aroma que primero acaricia y luego reclama atención: mantecoso, perfectamente equilibrado, con la trufa latiendo en un susurro que se hace más profundo a cada segundo.
Textura mantecosa, soluble y un punto adherente que prolonga el sabor. Entra dulce-lácteo, enseguida asoman notas de frutos secos y, cuando crees que lo has descifrado, la trufa sube el telón con su toque terroso y elegante. Persistencia larga que deja un eco aromático digno de sobremesa lenta y copa vaciándose.
Probamos trufas de media Europa, pero solo la del Piamonte resistió el proceso de maduración sin perder ni un ápice de carácter. Ahí reside la magia: la trufa no tapa, acompaña; eleva sin avasallar. Una alianza perfecta forjada en cava, no en un manual de marketing.
Deja la cuña atemperar 45 min.
Corta dados o cuñas finas (cuchillo limpio, sin olores ajenos).
Acompaña con pan tostado, miel suave, nueces tiernas y un blanco fermentado en barrica… o un buen espumoso, si te va la fiesta.
Este queso no es para pasar de puntillas. Es para encender velas (o al menos la luz cálida del comedor), romper el pan y brindar por los encuentros imposibles que salen bien. Un requiebro entre trufa y oveja que convierte cualquier mesa en capítulo memorable.
Leche de oveja, cuajo natural, fermentos lácticos , sal y 1% de trufa (Tuber aestivum vitt). Corteza natural. Puede contener trazas de huevo. Origen de la leche: España. Conservar en sitio fresco.
Información nutricional 100 g. de producto:
Energía | 1804 kJ / 435 Kcal |
Grasas | 36,5 g |
De las cuales saturadas | 26,1 g. |
Hidratos de carbono | < 1 g. |
Azúcares | < 0,5 g. |
Almidón | < 0,5 g. |
Proteínas | 25 g. |
Sal | 1,51 g. |
Dos años de catas, pruebas y algún que otro “¡esto todavía no!” dan vida a esta joya: queso de oveja curado fusionado con un 1 % de trufa italiana 100 % natural. Ni aceites sintéticos ni aromas de laboratorio—solo la química real entre la potencia láctea y el perfume terroso que brota del subsuelo piamontés.
La pasta, firme y compacta, luce marfil veteado por delicados puntos negros: trocitos de trufa que se integran sin estridencias. Por fuera, corteza pardo-oscura con pleita bien marcada, bañada en paciencia. Al corte desprende un aroma que primero acaricia y luego reclama atención: mantecoso, perfectamente equilibrado, con la trufa latiendo en un susurro que se hace más profundo a cada segundo.
Textura mantecosa, soluble y un punto adherente que prolonga el sabor. Entra dulce-lácteo, enseguida asoman notas de frutos secos y, cuando crees que lo has descifrado, la trufa sube el telón con su toque terroso y elegante. Persistencia larga que deja un eco aromático digno de sobremesa lenta y copa vaciándose.
Probamos trufas de media Europa, pero solo la del Piamonte resistió el proceso de maduración sin perder ni un ápice de carácter. Ahí reside la magia: la trufa no tapa, acompaña; eleva sin avasallar. Una alianza perfecta forjada en cava, no en un manual de marketing.
Deja la cuña atemperar 45 min.
Corta dados o cuñas finas (cuchillo limpio, sin olores ajenos).
Acompaña con pan tostado, miel suave, nueces tiernas y un blanco fermentado en barrica… o un buen espumoso, si te va la fiesta.
Este queso no es para pasar de puntillas. Es para encender velas (o al menos la luz cálida del comedor), romper el pan y brindar por los encuentros imposibles que salen bien. Un requiebro entre trufa y oveja que convierte cualquier mesa en capítulo memorable.
Leche de oveja, cuajo natural, fermentos lácticos , sal y 1% de trufa (Tuber aestivum vitt). Corteza natural. Puede contener trazas de huevo. Origen de la leche: España. Conservar en sitio fresco.
Información nutricional 100 g. de producto:
Energía | 1804 kJ / 435 Kcal |
Grasas | 36,5 g |
De las cuales saturadas | 26,1 g. |
Hidratos de carbono | < 1 g. |
Azúcares | < 0,5 g. |
Almidón | < 0,5 g. |
Proteínas | 25 g. |
Sal | 1,51 g. |