La degustación de la tomme de oveja
La tomme de oveja forma parte de la familia de los quesos de oveja de pasta prensada no cocida. Su textura es suave y bastante homogénea. Durante la degustación, es un queso que resulta fundente y sorprendentemente ligero, muy agradable en boca. Moldeada, prensada y secada, la Tomme de oveja desarrolla sus sabores característicos durante un período de maduración que puede durar hasta dos meses en una cueva húmeda.
Su olor a leche de oveja permite que se expresen todos los sabores que acompañan su degustación. La tomme de oveja presenta tonalidades suaves, típicas de los sabores que generalmente se encuentran en los quesos de leche de oveja. Queso a la vez suave y acidulado, su intensidad puede calificarse de mediana. Su corteza florecida es suave, de color gris que a veces tiende hacia el naranja amarillento.
La degustación se lleva a cabo durante todo el año. La tomme de oveja originalmente tenía la ambición de parecerse al mítico Saint-Nectaire, de ahí el aspecto de su corteza florecida. Sin embargo, los formatos no son los mismos.
¿Con qué acompañarla?
La tomme de oveja se acompaña maravillosamente con una mermelada de cerezas negras. También se puede degustar preparada en vasitos, integrada en entradas frías o acompañada, por ejemplo, de jamón del país. Este queso maridará igual de bien con un vino tinto estructurado que con un vino blanco seco.