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Monjamon es la evolución de Don Ibérico, ofreciendo una amplia variedad de productos gourmet además de jamón ibérico.
Descubre sus delicias en la tienda y disfruta de una experiencia culinaria única.
¡No te lo pierdas, pruébalo ya!
Bendita sea la pizarra que sostiene esta rueda, porque lo que descansa sobre ella no es un simple queso: es la voz profunda de la estepa zamorana en forma de cuña. Se elabora con leche cruda de ovejas Churras y Castellanas—dos razas autóctonas que pastan a su aire entre tomillos y encinas—y cada litro ordeñado encierra la bravura y el temple de la meseta.
La magia sucede en manos artesanas: la leche, sin pasterizar ni maquillar, se coagula lenta, se moldea con la pleita bien apretada y se deja vestir por una corteza parda, sobria, bañada en aceite de oliva virgen extra durante la maduración. Esa corteza, marcada y orgullosa, guarda una pasta firme y compacta, color marfil que roza el oro viejo; a veces aparecen ojos diminutos, como si la propia rueda guiñara a quien la corta.
En nariz ya te atrapa: aromas genuinos, intensos, de leche cruda bien trabajada, con matices de mantequilla cocida, heno seco y un susurro de frutos secos tostados. En boca se explaya sin pedir permiso: entrada rotunda, textura densa que se deshace despacio, recuerdos lácteos elegantes y un final persistente que deja la sensación de haber mordido la esencia misma del campo.
Nada de aditivos, nada de atajos: solo ovejas libres, pastoreo tradicional, cuevas frescas y paciencia castellana. El resultado es un queso con Denominación de Origen Protegida que no necesita presentaciones rimbombantes; basta un corte limpio para escuchar cómo la pleita cruje y entender que estás ante un pedazo de historia.
¿Servicio al altar? Sácalo un rato antes del frigorífico para que despierte toda su voz, corta cuñas generosas y acompáñalo de un pan de pueblo o unas nueces frescas. Y cuando la última migaja desaparezca, verás que no queda solo un sabor: queda una estepa entera resonando en el paladar.
Un tributo a Zamora que, una vez probado, convierte cada mesa en romería de buen gusto.
CATA: Consumir a temperatura ambiente. Recomendamos tomarlos lo para apreciar su intensidad, rompiéndolo en pequeños pedazos para poder asimilar mejor sus sabores y aromas.
Maduración : +12 Meses.
Queso de Oveja DOP Zamorano.
Leche de oveja, cuajo natural, fermentos lácticos y sal. Corteza natural. Origen de la leche: España. Conservar en sitio fresco.
Información nutricional por 100g de producto:
Energía | 1966 kJ / 475 Kcal |
Grasas | 41,7 g |
De las cuales saturadas | 31,13g |
Hidratos de carbono | < 1 g. |
Azúcares | < 0,5 g. |
Almidón | < 0,5 g. |
Proteínas | 25,9 g. |
Sal | 1,69 g. |
Bendita sea la pizarra que sostiene esta rueda, porque lo que descansa sobre ella no es un simple queso: es la voz profunda de la estepa zamorana en forma de cuña. Se elabora con leche cruda de ovejas Churras y Castellanas—dos razas autóctonas que pastan a su aire entre tomillos y encinas—y cada litro ordeñado encierra la bravura y el temple de la meseta.
La magia sucede en manos artesanas: la leche, sin pasterizar ni maquillar, se coagula lenta, se moldea con la pleita bien apretada y se deja vestir por una corteza parda, sobria, bañada en aceite de oliva virgen extra durante la maduración. Esa corteza, marcada y orgullosa, guarda una pasta firme y compacta, color marfil que roza el oro viejo; a veces aparecen ojos diminutos, como si la propia rueda guiñara a quien la corta.
En nariz ya te atrapa: aromas genuinos, intensos, de leche cruda bien trabajada, con matices de mantequilla cocida, heno seco y un susurro de frutos secos tostados. En boca se explaya sin pedir permiso: entrada rotunda, textura densa que se deshace despacio, recuerdos lácteos elegantes y un final persistente que deja la sensación de haber mordido la esencia misma del campo.
Nada de aditivos, nada de atajos: solo ovejas libres, pastoreo tradicional, cuevas frescas y paciencia castellana. El resultado es un queso con Denominación de Origen Protegida que no necesita presentaciones rimbombantes; basta un corte limpio para escuchar cómo la pleita cruje y entender que estás ante un pedazo de historia.
¿Servicio al altar? Sácalo un rato antes del frigorífico para que despierte toda su voz, corta cuñas generosas y acompáñalo de un pan de pueblo o unas nueces frescas. Y cuando la última migaja desaparezca, verás que no queda solo un sabor: queda una estepa entera resonando en el paladar.
Un tributo a Zamora que, una vez probado, convierte cada mesa en romería de buen gusto.
CATA: Consumir a temperatura ambiente. Recomendamos tomarlos lo para apreciar su intensidad, rompiéndolo en pequeños pedazos para poder asimilar mejor sus sabores y aromas.
Maduración : +12 Meses.
Queso de Oveja DOP Zamorano.
Leche de oveja, cuajo natural, fermentos lácticos y sal. Corteza natural. Origen de la leche: España. Conservar en sitio fresco.
Información nutricional por 100g de producto:
Energía | 1966 kJ / 475 Kcal |
Grasas | 41,7 g |
De las cuales saturadas | 31,13g |
Hidratos de carbono | < 1 g. |
Azúcares | < 0,5 g. |
Almidón | < 0,5 g. |
Proteínas | 25,9 g. |
Sal | 1,69 g. |