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A nivel visual, el vino presenta un color rojo rubí profundo con ligeros reflejos violáceos, lo que denota su juventud y su excelente evolución.
En nariz, es un vino de gran complejidad aromática. Las notas de frutas negras maduras como ciruelas, cerezay moras se entrelazan con toques especiados de pimienta negra, canelay clavo. La finca seleccionada donde se cultivan las uvas, junto con su crianza en barricas de roble francés y americano , le otorgan una fina capa de vainilla, tabacoy cedro , que lo hacen aún más atractivo. Con el paso de los minutos, aparecen sutiles matices de cueroy terroso , aportando una profundidad única.
En boca, el Roda Reserva Magnum es un vino con una estructura excelente. De cuerpo medio a completo , su textura aterciopelada envuelve el paladar, ofreciendo una combinación perfecta entre la frescura de la fruta y la madurez de sus taninos. Los taninos son firmes pero perfectamente integrados, lo que da lugar a un final largo y persistente con un regusto ligeramente especiado y una suavidad que invita a seguir degustándolo. La acidez fresca y equilibrada le confiere una gran capacidad de guarda, lo que permite al vino seguir evolucionando con el tiempo en botella.
A nivel visual, el vino presenta un color rojo rubí profundo con ligeros reflejos violáceos, lo que denota su juventud y su excelente evolución.
En nariz, es un vino de gran complejidad aromática. Las notas de frutas negras maduras como ciruelas, cerezay moras se entrelazan con toques especiados de pimienta negra, canelay clavo. La finca seleccionada donde se cultivan las uvas, junto con su crianza en barricas de roble francés y americano , le otorgan una fina capa de vainilla, tabacoy cedro , que lo hacen aún más atractivo. Con el paso de los minutos, aparecen sutiles matices de cueroy terroso , aportando una profundidad única.
En boca, el Roda Reserva Magnum es un vino con una estructura excelente. De cuerpo medio a completo , su textura aterciopelada envuelve el paladar, ofreciendo una combinación perfecta entre la frescura de la fruta y la madurez de sus taninos. Los taninos son firmes pero perfectamente integrados, lo que da lugar a un final largo y persistente con un regusto ligeramente especiado y una suavidad que invita a seguir degustándolo. La acidez fresca y equilibrada le confiere una gran capacidad de guarda, lo que permite al vino seguir evolucionando con el tiempo en botella.