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El cerdo se distingue por su alto contenido en nutrientes. Sin embargo, la cantidad de grasa dependerá de la porción que consumamos, por lo que nos encontramos con zonas que están libres de grasas y otras con un mayor contenido graso.

Sin embargo, la carne de cerdo aporta una gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, lo que ayuda al crecimiento muscular.

Al mismo tiempo, la falta de carbohidratos y la sensación de saciedad que deja atrás, hace que el magro sea ideal para quienes siguen una dieta destinada a adelgazar.

El cerdo también contiene tiamina, a través de la cual se absorben los carbohidratos, así como zinc, que previene las enfermedades cardiovasculares y es necesario para el mantenimiento de huesos y músculos y contra la anemia.

Si tenemos en cuenta la Fundación Española de la Nutrición, para “mejorar las calorías de nuestra alimentación”, debemos optar por las zonas magras de cerdo.