Nuestra idea surgió hace un tiempo cuando veíamos como nuestro pueblo se transformaba en otro pueblo, cuando las casas comenzaron a quedarse vacías y abandonadas en una tierra fértil como es Tierra de Campos, pero en ocasiones una tierra olvidada. Trabajamos con una filosofía no intervencionista, en el seno de una cueva abierta a pico y pala,orientada a la recuperación del entorno y el mantenimiento de la savia de un área geográfica entre las provincias de León, Zamora y Valladolid.

Las cuevas son parte inherente de la arquitectura tradicional en Roales de Campos. Bodegas excavadas en laderas con pequeña pendiente donde desde hace más de 500 años se elaboraban los vinos en un ambiente estable y a temperatura constante durante todo el año.

Recuperamos la tradición y creemos en la elaboración de vinos en las cuevas como un valor cultural y aporte paisajístico a un territorio que mira hacia el enoturismo.

mar lo que hacemos, levantarnos cada mañana, pensar en las cosas que nos generan satisfacción y en otras que nos ponen algunas trabas en el camino. Así surgió esta idea única, quizá no en el planeta pero sí para nosotros.

Queremos contaros nuestra historia, ser parte de vosotros cada día a través de un líquido que abre los corazones, un efluvio que ha narrado mil y una aventuras a lo largo de la historia: el vino.

Elaboramos vinos de pueblo en el seno de una cueva, de manera tradicional y sin intervención. Buscamos el origen como factor imborrable, apostamos por las variedades locales, por lo que la tierra da y el reconocimiento al origen de donde venimos.

Soñamos con las uvas de Prieto Picudo y técnicas de elaboración como lo hacían nuestros abuelos, cuando la tecnología era un abismo.

Ahora somos conscientes del valor del suelo, del microbioma que habla del valor y la esencia de nuestro terruño. Por ello, podemos decir orgullosos que fabricamos auténticos vinos de cueva en Valladolid

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