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Destacan por sus propiedades beneficiosas para el corazón y contra los resfriados y la tos, aunque para aprovechar sus propiedades se deben comer crudos. Los ajos son un ingrediente fundamental en la cocina mediterránea: en allioli, sopas, guisos, etc.

Los ajos que consumimos todo el año son secos, mientras que los ajos tiernos aparecen en primavera.

Es una alimento diurético, expectorante y estimulante y destaca por sus propiedades antisépticas. También se utiliza como remedio natural para aliviar las dificultades respiratorias, el asma, la bronquitis, la tuberculosis, la tos, etc. Asimismo, augmenta las defensas del organismo y posee propiedades antiinflamatorias, anticoagulantes, vasodilatadoras y depuradoras.

Como provocan una digestion pesada y mal aliento se aconseja quitarles la semilla central cortándolos en dos mitades a lo largo y extrayéndola con la punta del cuchillo. El mal aliento también se puede combatir combinándolos con perejil cortado en trozos muy finos.