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Antidoto Le Rosé es un vino rosado de la D.O.C. Ribera del Duero elaborado por Bodegas Antidoto.
Un rosado muy particular elaborado a partes iguales con tinto fino y albillo, la uva blanca autóctona de Ribera del Duero, cultivada en suelos calcáreos y fermentada y criada en barricas de 600 litros.
Sourdais, se ha lanzado a la aventura de elaborar el rosado castellano más ambicioso, "concebido desde el mismo viñedo, y no con las uvas que han sido descartadas para los tintos" -apunta el francés-, a partir de variedades autóctonas: tinto fino, garnacha y la blanca albillo.
Vista: De color rosa pálido con matices asalmonados, este rosado brilla por su elegancia visual y luminosidad. Refleja una frescura vibrante y un estilo delicado.
Nariz: En nariz, presenta una sorprendente complejidad con aromas frescos y florales. Se destacan notas de fresas silvestres, cítricos, frambuesas y un sutil toque herbáceo. Las notas minerales aportan una profundidad interesante que refleja el carácter de los suelos de los viñedos.
Boca: En boca, Antídoto Le Rosé es fresco, con una acidez bien equilibrada que le otorga vivacidad. Los sabores frutales se despliegan suavemente, destacando la fruta roja fresca y un toque cítrico. Su textura es suave y cremosa gracias al breve contacto con las lías, lo que añade un carácter sedoso y persistente. El final es largo y refrescante, con un ligero toque mineral.
Antidoto Le Rosé es un vino rosado de la D.O.C. Ribera del Duero elaborado por Bodegas Antidoto. Un rosado muy particular elaborado a partes iguales con tinto fino y albillo, la uva blanca autóctona de Ribera del Duero, cultivada en suelos calcáreos y fermentada y criada en barricas de 600 litros.
Sourdais, se ha lanzado a la aventura de elaborar el rosado castellano más ambicioso, "concebido desde el mismo viñedo, y no con las uvas que han sido descartadas para los tintos" -apunta el francés-, a partir de variedades autóctonas: tinto fino, garnacha y la blanca albillo.
Antidoto Le Rosé es de color rosa pálido. Aromas delicados de granada y flores blancas. La entrada en boca es directa y franca, más tarde el vino se estira alrededor de la acidez acompañada por el fino tostado de la barrica.