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El hermano pequeño del Brunello se obtiene a partir de las uvas sangiovese procedentes de los mejores viñedos de la bodega. Sometidas a una doble fermentación, tras ellas el vino envejece durante un año en barricas de segundo uso y en botas de roble de Eslavonia. El resultado de esta cuidada elaboración es un tinto particularmente suave, equilibrado y fácil de beber. El entorno de la bodega, una villa del siglo XVII rodeada de cipreses, olivares y viñedos, nos ayuda a evocar una larga tradición vitivinícola que se remonta a 1581. La excelencia de Argiano no se limita a sus vinos más sobresalientes, como su sublime Suolo y el internacional Non Confunditur, sino que también se hace evidente en este joven y ágil Rosso di Montalcino. Argiano Rosso comparte con el Brunello la elegancia que infunde el terroir de Montalcino y las generosas características de la sangiovese, pero en este caso es más afrutado, inmediato y vivaz que su hermano mayor. En nariz ofrece aromas nítidos de frutos rojos y violetas sobre un consistente fondo balsámico y terroso. En boca se muestra expresivo, fresco, equilibrado y de textura aterciopelada. Un conjunto redondo que se hace aún más irresistible en los meses cálidos de verano. Desde la informalidad de una barbacoa con amigos hasta el banquete más sofisticado, Argiano Rosso di Montalcino acompaña a la perfección una gran variedad de platos y aporta a la mesa una distintiva elegancia.