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La chuleta de cerdo es un corte que se obtiene del espinazo del cerdo que es el que va desde la cadera hasta la paleta. Suelen ser de gran tamaño. El corte se realiza perpendicularmente y suele contener parte de costilla o vértebra. Debes escoger la carne de color rosa pálido con una pequeña cantidad de grasa blanca cuidado que no sea amarilla. Se pueden llamar también chuletas de costilla, de solomillo y de espaldilla.
Propiedades y beneficios:
Las chuletas de cerdo es una de las fuentes con mayor concentración de proteínas. Rica en Vitaminas del grupo B y minerales como el zinc, el potasio, el fósforo y el hierro. La vitamina B6 regula las hormonas, fortalece el sistema nervioso en los niños y ayuda a la asimilación de nutrientes. Al igual que ayuda al crecimiento de huesos en los más pequeños. Sus proteínas y vitaminas del grupo B reducen la fatiga. Este tipo de carne nos mantienen saciados durante más tiempo. Y su contenido en tiamina nos facilita la asimilación de hidratos de carbono en el organismo, aportándonos vitalidad.
Valor nutricional por cada 100 gramos:
Calorías 231
Grasas totales 14 g
Ácidos grasos saturados 4,3 g
Ácidos grasos trans 0,1 g
Colesterol 78 mg
Sodio 74 mg
Potasio 315 mg
Proteínas 24 g
Conservación y trucos:
Siempre en la nevera si se va a consumir inmediatamente. También se puede congelar y podrá aguantar hasta un máximo de 6 meses.
Receta y usos en la cocina:
Antes de cocinarlas, hay que sacarlas de la nevera como una media hora antes. Al ser cerdo, la carne tiene que estar bien cocinada y un truco para ello, es acabar de hacerse en el horno; Primero calienta una sartén con aceite. Una vez caliente dora bien las chuletas, alrededor de 3 minutos por cada lado. A continuación, pon las chuletas en una bandeja de horno y hornea durante 7 minutos más. Una vez asadas, sácalas de la bandeja, colócalas en un plato y envuélvelas en aluminio. Déjalas reposar como unos 4 minutos.