Nos encontramos ante un vino perfecto para terraceo, tardeo y todo lo que acaba en "eo", como picoteo ;) pero también es ideal como copa de noche y, de hecho, si lo sirves con una rodaja de fruta cítrica, queda espectacular.

Su bajo grado alcohólico, de tan sólo 10,5%, permite disfrutarlo en cualquier ocasión, ya que es muy fácil de beber. Eso sí, sírvelo siempre fresco.

Este vino está elaborado con uva airén y se elaboran menos de 2.400 botellas cada año. Su ligero y característico carbónico es totalmente natural fruto de su fermentación en depósitos isobáricos a una temperatura controlada que queda interrumpida por una bajada brusca de temperatura que permite conservar el dióxido de carbono natural. Y, ojo, aunque es dulce, no se le añaden azúcares de ningún tipo.
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