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De Nariz Terroir Pie Franco es un vino tinto elaborado a partir de uvas Monastrell procedentes de un viñedo excepcional de pie franco con 59 años de antigüedad, plantado a más de 800 metros de altitud en la D.O. Yecla.
Este entorno privilegiado, unido a una viticultura artesanal y respetuosa, da lugar a un vino fresco, amable y con una marcada identidad mediterránea. Su elaboración incluye parte del raspón y una crianza de 12 meses en barricas francesas de 500 litros de tercer uso, seguida de un afinado en botella durante otros 12 meses. Un vino de autor que refleja fielmente el carácter del terruño y la nobleza de la Monastrell de altura.
De color rojo cereza intenso con reflejos violáceos, De Nariz Terroir Pie Franco ofrece una nariz expresiva y elegante, con aromas de fruta negra madura, hierbas mediterráneas, especias suaves y un sutil fondo mineral.
En boca se muestra equilibrado y redondo, gracias al excelente autorregulación de la planta en suelos pobres y bien drenados. La crianza aporta estructura sin enmascarar la fruta, con taninos finos, buena acidez y un final largo que invita a seguir bebiendo. Un vino complejo, profundo y auténtico, ideal para maridar con carnes a la brasa, guisos tradicionales o quesos curados.
De Nariz Terroir Pie Franco es un vino tinto elaborado a partir de uvas Monastrell procedentes de un viñedo excepcional de pie franco con 59 años de antigüedad, plantado a más de 800 metros de altitud en la D.O. Yecla.
Este entorno privilegiado, unido a una viticultura artesanal y respetuosa, da lugar a un vino fresco, amable y con una marcada identidad mediterránea. Su elaboración incluye parte del raspón y una crianza de 12 meses en barricas francesas de 500 litros de tercer uso, seguida de un afinado en botella durante otros 12 meses. Un vino de autor que refleja fielmente el carácter del terruño y la nobleza de la Monastrell de altura.
De color rojo cereza intenso con reflejos violáceos, De Nariz Terroir Pie Franco ofrece una nariz expresiva y elegante, con aromas de fruta negra madura, hierbas mediterráneas, especias suaves y un sutil fondo mineral.
En boca se muestra equilibrado y redondo, gracias al excelente autorregulación de la planta en suelos pobres y bien drenados. La crianza aporta estructura sin enmascarar la fruta, con taninos finos, buena acidez y un final largo que invita a seguir bebiendo. Un vino complejo, profundo y auténtico, ideal para maridar con carnes a la brasa, guisos tradicionales o quesos curados.