El Caballito Cerrero Blanco es un destilado de agave originario de México, específicamente de la región de los Altos de Jalisco. Es una bebida de alta calidad que se produce de forma artesanal, con técnicas tradicionales y materias primas cuidadosamente seleccionadas. El nombre "Caballito Cerrero" hace referencia a un caballo salvaje que habita en la región donde se produce esta bebida.

Caballito Cerrero es una empresa de Tequila fundada en 1968 por Don Alfonso Jiménez Rosales. Es considerada una de las mejores destilerías de tequila del mundo.

Caballito Cerrero se elabora con maguey Chato, que en este caso se refiere a un agave Angustifolia, que está relacionado o es sinónimo de maguey Espadin. El agave se cocina en un horno de vapor de ladrillo, se muele en un molino de doble paso, se fermenta en tanques abiertos de acero inoxidable con levadura silvestre y patentada, y se destila en acero inoxidable y cobre.

El Caballito Cerrero Blanco se elabora a partir del agave tequilana, también conocido como agave azul, que se cultiva en la región de Los Altos de Jalisco. Esta planta tarda entre 8 y 12 años en madurar, por lo que su producción es limitada y requiere de una gran atención y cuidado. Una vez que el agave alcanza la madurez adecuada, se cosecha a mano y se lleva a la fábrica para comenzar el proceso de elaboración.

El proceso de elaboración del Caballito Cerrero Blanco comienza con la cocción de los corazones del agave en un horno de piedra, conocido como horno cónico. Una vez cocidos, se trituran y se fermentan en tinas de madera durante un período de tiempo determinado, para luego pasar a la destilación.

La destilación del Caballito Cerrero Blanco se realiza en alambiques de cobre y se realiza dos veces para obtener una bebida de alta calidad y pureza. Durante la destilación, se eliminan las impurezas y se concentran los aromas y sabores del agave, lo que da como resultado una bebida con un sabor suave y complejo.

El Caballito Cerrero Blanco se caracteriza por tener un sabor suave y fresco, con notas florales y cítricas. Se puede disfrutar solo, en copa, o bien en cócteles. Una forma tradicional de disfrutar el Caballito Cerrero Blanco es con una rodaja de limón y sal de gusano, una sal hecha con larvas de gusano de maguey que le da un sabor único a la bebida. También se puede mezclar con jugos de frutas o refrescos para crear cócteles personalizados.

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