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Desde 1976 Thierry Matrot y su mujer Pascale se ocupan de Domaine Matrot, situado en la comuna de Meursault (Côte de Beaune), con 18 hectáreas en propiedad (Meursault, Puligny-Montrachet, Volnay, Auxey-Duresses y Monthélie). Todas las operaciones llevadas a cabo en la viña y la bodega son cuestionadas meticulosamente persiguiendo la calidad y el carácter de la añada. Desde hace 20 años trabajan el viñedo con lo que en Francia se conoce como la "lutte raisonnée" ('lucha razonada'), que consiste en utilizar sólo en casos extremos cualquier tratamiento fitosanitario, que pueda perjudicar el entorno, subsolando y aplicando tratamientos biológicos preferentemente. Los vinos transcurren 11 meses en maderas (20% nuevas) y, si bien sus vinos suelen resultar algo duros y crudos al principio, evolucionan magníficamente. Su Bourgogne Chardonnay nace de viñas de 30 años cercanas a la comuna de Meursault. Tras la fermentación espontánea en fudres de roble durante 8 semanas aproximadamente, este vino reposa con sus lías finas y se recurrirá al battonage en función del carácter de la añada. Los vinos de Domaine Matrot necesitan obligatoriamente realizar fermentación maloláctica con tal de rebajar la potencia ácida. Sean bienvenidos a un mundo de poesía con este Matrot Chardonnay: abundancia de pomelo y piel de limas ácidas, un mundo cítrico que recuerda a la extraña sensación metálica de los berberechos en conserva. A continuación, toneladas de flores blancas, un pomelo infinito y una ligera nota almendrada. En boca la mineralidad es explosiva y bien definida, con un perfil que recuerda al Chablis (eléctrico), bien compensado con la parte grasa de lía exageradamente fina. Matrot Bourgogne Blanc, deliciosa introducción a los vinos de Bourgogne.