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El Peñas Aladas es el vino más exclusivo de la bodega Dominio del Águila, una de las más loadas por la prensa especializada en los últimos años. Se trata de un gran reserva elaborado a partir de las uvas de una pequeña parcela de 85 años situada en el pueblo de La Aguilera, conocida localmente como Peñas Aladas. En estos viñedos viejos conviven las cepas mayoritarias de tempranillo con otras variedades como la bruñal o la albillo que suman entre ellas cerca de un 15% del total. Con la clara voluntad de preservar las elaboraciones tradicionales, los racimos sin despalillar de todas las variedades juntas se pisan en el lagar y después fermentan en acero inoxidable con levaduras autóctonas. La fermentación maloláctica y la posterior crianza de 51 meses trascurren en barricas francesas en el interior de las frías cuevas de la bodega, permitiendo una lenta evolución que redondea el vino de manera pausada y lo dota de una enorme complejidad. Tras su sugerente color cereza, emerge una nariz seductora, puro perfume de violetas, bayas silvestres y especias exóticas. En boca se muestra complejo y maduro, de paladar sedoso, taninos nobles y mineralidad austera. Un frescor y una elegancia al alcance de muy pocos lo convierten en un vino de perfecto equilibrio y personalidad arrolladora del que únicamente se embotellaron mil botellas. Estamos, sin duda, ante un nuevo icono de la DO Ribera del Duero.
Después de trabajar en algunas de las bodegas más prestigiosas del mundo como La Romanée-Conti o Vega Sicilia, Jorge Monzón ha conseguido posicionar los vinos de su bodega familiar, Dominio del Águila –en la Ribera del Duero– entre los mejores vinos de la península. Dominio del Águila Peñas Aladas Gran Reserva se elaboró con algunas de las viñas más viejas de La Aguilera, del paraje Peñas Aladas a unos 880 metros de altitud. Está plantado con viñedos centenarios de tempranillo que coexisten con albillo, bruñal, garnacha, bobal y cariñena, que también forman parte del ensamblaje final del vino. Un tinto muy especial que goza de un equilibro y una complejidad excepcional. Fermentación maloláctica realizada en cubillos de roble durante 23 meses. Posteriormente envejece durante 51 meses en cubillos de roble francés.