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El Pícaro del Águila es un tinto elaborado básicamente con uvas de la variedad tempranillo redondeadas con pequeños aportes de otras variedades como el albillo (o blanca del país), la garnacha o la bobal, todas cultivadas bajo principios ecológicos. Desde sus inicios se elabora con uvas de la misma finca (de suelos arcillo-calcáreos, con orientación norte y situada a 900 metros de altitud), lo cual le confiere un interesante toque de rusticidad al tiempo que un extra de frescor. Sea como fuere, se trata siempre de un vino muy equilibrado y accesible desde su juventud, momento en el que la fruta tiene gran protagonismo. Los racimos de uva sin despalillar de cepas de entre 35 y 60 años se pisan con los pies, se someten a una larga maceración y fermentan todos juntos, respetando las tradiciones ancestrales. Después, realizan la fermentación maloláctica y la posterior crianza de 19 meses en cubillos (barricas) de roble. El Pícaro del Águila Tinto es un vino como los de antaño, un verdadero Ribera; fresco e intenso, con un equilibrio perfecto entre fruta y crianza. Presume de vestido cereza y nariz nítida, adornada de frutos silvestres, toques mentolados y especias. En boca es jugoso, agradablemente tánico y suficientemente fresco para fluir sin pesar. La fruta recubierta de recuerdos de bosque y tonos lácticos se apodera de todo el paladar. Sencillo de interpretar pese a su notable complejidad y de final prolongado y redondo. Únicamente 2000 unidades de esta pequeña joya vieron la luz, todas ellas embotelladas sin filtrar ni clarificar.
Después de trabajar en bodegas míticas como La Romanée Conti o Vega Sicilia, y dirigir viticultura y enología en Bodegas Arzuaga durante nueve años, Jorge Monzón inició su proyecto personal, Dominio del Águila en Ribera del Duero. Pícaro del Águila es su vino más accesible procedente de una selección de viñas viejas de tempranillo, blanca del país, garnacha y bobal cultivadas en ecológico. Uno de los jóvenes viticultores a seguir en Ribera del Duero. El mosto fermentó a temperatura controlada y realizó la fermentación maloláctica en cubillos de roble. Se crió en los mismos cubillos de roble durante 19 meses.