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La historia de Falesco dio comienzo en 1979, cuando los dos hermanos más famosos de la enología italiana, Renzo y Riccardo Cotarella, fundaron esta bodega en Montefiascone, una pequeña localidad de la provincia del Lacio desde la que se expandieron, veinte años más tarde, al sur de Orvieto, en la región vecina de Umbría. Para la producción de sus vinos, los Cotarello siempre se han mostrado atentos a las peculiaridades del terroir y adoptan además la más moderna tecnología. Tanto en el viñedo como en la bodega, Renzo y Riccardo consideran fundamentales la experimentación y la innovación, apostando por técnicas de vanguardia para revitalizar la tradición vinícola y crear vinos modernos y al gusto del consumidor actual. Vitiano puede considerarse el ejemplo emblemático de esta filosofía: un tinto joven y versátil que, desde su primera cosecha en 1995, ha sido siempre señalado por la crítica internacional por su excelente relación calidad-precio. Producido en las instalaciones de la bodega en Umbría, Vitiano se elabora a partir de un coupage, en las mismas proporciones, de merlot, cabernet sauvignon y sangiovese. Las tres variedades se cosechan en distintos momentos (a principios de septiembre la merlot y a finales del mismo mes las dos restantes), y se vinifican por separado hasta su fermentación maloláctica, momento en el cual tiene lugar el ensamblaje final de los vinos. El resultado es un vino vivo y jugoso, aromático y de trago muy fácil. De un profundo color rojo rubí, Vitiano ofrece intensos aromas frutales (cereza madura, frutos negros) y de cacao amargo, enriquecidos por otras notas de hierbas aromáticas, de maquia mediterránea y minerales. De estructura ágil, en el paladar se desliza con desenvoltura, con frescura, con un discreto contenido alcohólico y con un final de recuerdos especiados y de licor de cereza.