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Descubre el exquisito Lomo de Cebo de Campo Carrasco, una de las piezas más apreciadas del cerdo ibérico, elaborada de forma tradicional y curada lentamente para garantizar su máxima calidad.
Procedente de cerdos criados en libertad y alimentados a base de hierbas y cereales naturales, este lomo ibérico ofrece una textura jugosa y un sabor intenso, con el equilibrio perfecto entre infiltración de grasa y magro.
Ideal para los amantes de los productos gourmet, el Lomo de Cebo de Campo Carrasco es perfecto para disfrutar en aperitivos, tablas de embutidos o como protagonista de tus mejores platos. Su cuidada elaboración y su curación lenta aseguran un producto de alta gama, con un aroma envolvente y un gusto inconfundible que refleja la excelencia de la tradición ibérica.
Vista: Color rojo intenso y brillante, con vetas finas de grasa infiltrada que aportan jugosidad y un aspecto marmoleado elegante.
Nariz: Aromas limpios y profundos, con notas suaves de especias, ligeros toques de pimentón y recuerdos de campo y monte bajo, fruto de la alimentación natural del cerdo.
Boca: Sabor delicado y persistente, con un equilibrio perfecto entre el dulzor de la carne y el punto justo de sal. Textura tierna, con una grasa que se funde en el paladar, aportando cremosidad y potenciando el aroma característico del ibérico.
Descubre el exquisito Lomo de Cebo de Campo Carrasco, una de las piezas más apreciadas del cerdo ibérico, elaborada de forma tradicional y curada lentamente para garantizar su máxima calidad.
Procedente de cerdos criados en libertad y alimentados a base de hierbas y cereales naturales, este lomo ibérico ofrece una textura jugosa y un sabor intenso, con el equilibrio perfecto entre infiltración de grasa y magro.
Ideal para los amantes de los productos gourmet, el Lomo de Cebo de Campo Carrasco es perfecto para disfrutar en aperitivos, tablas de embutidos o como protagonista de tus mejores platos. Su cuidada elaboración y su curación lenta aseguran un producto de alta gama, con un aroma envolvente y un gusto inconfundible que refleja la excelencia de la tradición ibérica.
Vista: Color rojo intenso y brillante, con vetas finas de grasa infiltrada que aportan jugosidad y un aspecto marmoleado elegante.
Nariz: Aromas limpios y profundos, con notas suaves de especias, ligeros toques de pimentón y recuerdos de campo y monte bajo, fruto de la alimentación natural del cerdo.
Boca: Sabor delicado y persistente, con un equilibrio perfecto entre el dulzor de la carne y el punto justo de sal. Textura tierna, con una grasa que se funde en el paladar, aportando cremosidad y potenciando el aroma característico del ibérico.