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El Nosso es un monovarietal de verdejo singular y de carácter propio. Sus uvas proceden de los viñedos que la Bodega Menade posee en las laderas del río Duero a más de 700 metros de altitud, y que se trabajan bajo estrictos principios ecológicos. En sus suelos pedregosos de composición arcillo-calcárea se emplean tratamientos naturales como las infusiones y el suero de leche para proteger la fruta ante posibles enfermedades sin dañar la biodiversidad de la finca. La uva se vendimia manualmente, con extremo cuidado. En bodega se intenta intervenir lo mínimo para no interferir en las bondades que la propia viña ofrece. La fermentación es conducida por levaduras silvestres y la posterior maloláctica sucede de manera espontánea, aportando cremosidad y reduciendo la acidez. Después de unos meses con sus lías, el vino se embotella con una ínfima cantidad de carbónico que lo protegerá durante su estancia en botella. Dicho proceso explica cómo el Nosso, pese a ser un vino en cuya elaboración no se emplea sulfuroso alguno, puede ofrecer una aromática tan limpia y nítida. Tras un delicado color pajizo, aflora una nariz de fruta contenida, en la que se mezclan los recuerdos de melocotón, piña verde, flores blancas y heno. En boca su equilibrio es perfecto, pues su tacto oleoso se ve realzado por elegantes notas de piel de limón confitada e hinojo. La elegancia de la cal adorna un paso por boca magnífico que nos traslada a un final amargo, herbáceo, que habla de tipicidad varietal. Es un gran vino que permite el trago largo pero también la copa pausada, un vino que dibuja un nuevo horizonte para los blancos castellanos.