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Si pronunciamos las palabras Douro y Niepoort, nuestras mentes reaccionan casi al instante pensando en vino fortificado, pero no sólo de oporto vive Niepoort. La bodega de Vilanova de Gaia elabora también excepcionales vinos blancos y tintos. Este Alonso Quijano (Don Quijote de la Mancha) es un tinto de cierta corpulencia y complejidad, elaborado con un coupage de uvas autóctonas portuguesas. Sin más pretensión que agradar y complacer a un alto porcentaje de consumidores, el Alonso Quijano se ha posicionado, añada tras añada, entre los tintos favoritos de aquellos aficionados al vino que buscan calidad sin renunciar a un buen precio y a la tipicidad de una región. Se trata de un vino sin demasiado grado (13%), no demasiado afrutado, pero tampoco demasiado seco. Es fresco, jovial y fácil de beber. En la etiqueta aparecen unas viñetas exclusivas para el mercado español en las que se mezclan las historias de Fernando Alonso y Don Quijote. Es un ensamblaje de touriga franca, touriga nacional, tinta amarela, tinta roriz y tinto cão procedentes de diversos viñedos de entre 20 y 50 años de edad. Sólo un 20% del vino realizó la maloláctica en barricas usadas; el resto sólo vio los depósitos de inoxidable. En copa es fresco, de color picota con ribetes rojizos y nariz de fruta roja y especias. Amplitud y amabilidad en boca, sin excesos, pero con mensaje. Afloran aromas de fruta negra madura, nuez moscada y violetas, con algún tímido recuerdo de cuero y hierbas mediterráneas. Es goloso y ágil a partes iguales, con algún elegante apunte amargo de la madera. Un vino muy bien hecho para tomar sin esperar una ocasión especial. Envejecido, parcialmente (20%), durante 12 meses, en barricas de segundo y tercer año de roble francés.