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Blanc D'Orto nos demuestra el potencial de la garnacha blanca, una uva casi abandonada en la comarca y que tantos viticultores, acertadamente, están ahora recuperando y replantando. En este caso, procede de cincos fincas (Mas Roig y Torre Fontaubella) con una superficie total de 1,8 ha. La orografía de las fincas es montañosa, con zonas de laderas muy asoleadas y otras bien recogidas por la sombra y la humedad. La composición de los terrenos es claramente calcárea, con textura de arcilla y gravas, donde descansan las cepas de cultivo en vaso. Sorprende observar cómo, tras el tradicional prensado, dejan macerar las pieles con el mosto y en la fase de crianza reposa el vino con las madres (lía gruesa); como resultado se obtiene un vino blanco potente, contundente y graso, un universo estructurado donde el tacto de mantequilla acaricia el paladar: apto para los buenos amantes del buen peso frutal. Las grandes dosis de melocotón, pera blanquilla y resina de pino son el "abc" de Blanc D'Orto, con un sutil toque final a grapa destilada de viognier. Fermentación en tinos de acero inoxidable de 3000 l. y criado sobre lías durante 7 meses.