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Su etiqueta roja impacta: simple y bonita; da imagen de vino vivo y directo, y lo es. Vivo en copa, un vino con mucho color, balsámico y mineral en nariz, frutal y terroso en boca, con un gran equilibrio. Origen en Alicante, de la familia Castaño. Monastrell (70%), cabernet sauvignon (15%), garnacha tintorera (10%) y petit verdot (5%), de uvas seleccionadas de viejos viñedos. Mira es un vino especialmente equilibrado, redondo y muy frutal, cuyo carácter no asociaríamos directamente con la monastrell, o al menos no en un principio, ennoblecido por el conjunto; un ensamblaje acertado. La fruta es muy fresca: moras y ciruelas maduras, que parecen estar todavía cubiertas de escarcha matinal, una fruta crujiente envuelta de frescor mineral, con notas terrosas y de piedras, notas dulces y balsámicas (regaliz, eucalipto). Un tinto profundo y con carácter. Es un vino con mucho color, con una densidad notable y una lágrima de caída lenta; 15% de alcohol, pero muy bien integrado. En nariz hay que esperar un poco y les recomendamos decantarlo, al menos una media hora. Lentamente pero con decisión, van apareciendo todos sus matices, tejiendo el conjunto. En boca es fresco también, frutoso, intenso, jugoso, con una buena acidez y estructura. A diferencia de lo percibido en nariz, en boca el dulzor es muy sutil y es en el postgusto que la monastrell se reafirma, con respeto. Un vino armónico, una bonita obra urdida en equipo. Envejecido durante 14 meses en barricas de roble francés.