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Una de las joyas de la bodega Son Prim. La pequeña bodega familiar inició su andadura allá por el año 2003 con el objetivo de elaborar vinos de la máxima calidad a partir de unas viñas plantadas en los años 90. En la actualidad, a partir de sus 8 hectáreas de suelos diversos (arcillas, gravas y cantos rodados) elaboran vinos básicamente monovarietales que resaltan el carácter distintivo de cada uva. En este Cabernet se reconoce la esencia del varietal, pero también el exotismo de las islas, ese toque difícil de explicar que convierte a los vinos de Mallorca en particulares y vibrantes. Tiene aspecto de cabernet y aroma de cabernet, pero también destellos salinos pese a encontrarse la bodega en Sencelles, casi en el centro de la isla. Tras su color rubí brillante, asoman aromas balsámicos y finamente tostados que avanzan una boca de taninos maduros y tacto láctico. Es intenso y expresivo, de marcado carácter mediterráneo corroborado por sus aromas a licor de ciruelas rojas, olivas negras y pimientas. En boca las sensaciones se tornan algo más maduras y los taninos fundidos apuntalan una magnífica fruta; todo en él es equilibrio, una perfecta simbiosis entre acidez y dulzor. Su extraordinario paso por boca se redondea con sutiles tonos de cereal tostado derivados de la barrica, convirtiendo al Son Prim Cabernet en uno de los más elegantes ejemplos del varietal lejos de su Burdeos natal. Envejecido durante 12 meses en barricas de roble 50% francés, 25% húngaro Y 25% americano.